…Y Sarkozy no defraudó. ¡Menudo Showman! No exagero si afirmo que se metió a toda la cámara en el bolsillo.
La virtud de su discurso (mitin) básicamente estuvo en que cada uno oyó lo que quería oír: …que España debe estar entre los países grandes (G-20); que su política antiterrorista contra Eta será la que diseñe el gobierno español (“no tenemos posición, nuestra posición es la suya”); que con Eta no vale la mano tendida; que las víctimas son las que han pagado el mayor de los tributos y están en nuestra memoria; que América es nuestro socio pero que debemos tener nuestra propia política; que debemos trabajar juntos buscando nuevos consensos; que la vieja dialéctica izquierda-derecha ya está superada; que los Pirineos deben dejar de ser una barrera entre nuestros pueblos; que los pueblos juzgan a los políticos por sus decisiones y sus resultados; que debemos dejar de hablar tanto y actuar ya (interconexión eléctrica y TGV Barcelona Lyon en 4 horas; que debemos refundar y moralizar el capitalismo; que debemos apostar por las energías renovables (aquí dio una larga cambiada de mérito –que tuvo gracia- para evitar el espinoso debate nuclear); habló de la necesidad de plantearse una seguridad en Europa menos dependiente de los americanos (y justificó la entrada de Francia en la OTAN); habló de la necesidad de cambios en Europa, sin clichés ideológicos,…
Antes de Sarkozy habló el Presidente Bono para saludarle en nombre de la cámara y expresarle el agradecimiento de nuestro país en la lucha contra el terrorismo, dejando una serie de “perlitas” dirigidas no se sabe muy bien si a él o a otro Presidente más cercano cuando habló de: acomodar el paso de los gobiernos al paso de los ciudadanos; de evitar los “lenguajes de madera”; de la laicidad ”inteligente, pacífica y sana” de Francia; de la búsqueda de respuestas concretas a problemas concretos; o de la nación como una “comunidad de ideas, intereses, recuerdos, cultura, afectos y esperanzas”
Sarkozy gustará más o menos (por cierto brillante el artículo de Ignacio Camacho en ABC sobre él) pero a nadie, como reconocía el presidente Bono en su intervención, deja indiferente el personaje.
Hoy, más allá de las disputas ideológicas de unos y otros, la indiferencia, dejó pasó a la sana envidia.
Tiene imagen y tiene discurso. ¿Populista? Tal vez. ¿Oportunista? Sí Claro. ¿Efectista? Sin duda. ¿Sincero? !Ojalá¡
Lo dicho, mañana memorable y discurso para releer con lápiz y papel.
¡Vive la France! ¡Vive l´Espagne! ¡Vive la amitié entre nous!