La única ideología de Sanz es el no nacionalismo vasco. Esto lo sabe su amigo Antonio Catalán que dice que es, vade retro, ideológicamente indistinguible de Fernando Puras. Ten amigos para esto. Está bien esto de no tener otra ideología que no profesar otra ideología, pero es muy poco. Hay que hacer más cosas los 365 días del año aparte de evitar que gobierne Zabaleta. No sólo queremos vivir sin Zabaleta, queremos además vivir bien sin Zabaleta. No queremos elegir entre nacionalismo o ruina. Me da miedo además la gente que no tiene ideología porque yo sí la tengo, y luego porque quien no se mueve por ideología se mueve por intereses. Uyuyuyuy.
Dice Sanz que va a reventar el centro derecha para defender la autonomía de UPN. Como si fuera a ser más fuerte con 14 escaños, o con 12, o con 11, o con 9… que con 22. Si este año Sanz vuela el pacto con UPN para que le dejen gobernar hasta el año que viene, ¿qué volará el año que viene? Cada vez que el PSN le diga que vote una cosa en Madrid, UPN tendrá que votar esa cosa en Madrid. ¿O qué va a votar UPSN (no es una errata) cuando gobierne en coalición con el PSN? ¿Cuál va ser el margen de esa “autonomía” que tanto reclama Sanz cuando gobierne con los socialistas? ¿El margen que le deje Zapatero en Madrid o el que le deje Jiménez en Navarra? ¿El margen de la miseria?
Lo cierto es que cuando uno pacta, limita su autonomía. Es muy meritorio que UPN no rompiera el pacto con el PP cuando acabó en el grupo canario o cuando el PP se apoyó en el PNV para aprobar sus presupuestos. Sus presupuestos, no los del PNV. Pero es que entonces Sanz gobernaba con esa estupenda mayoría absoluta que le daba el pacto con el PP en Navarra y que le permite hacer y deshacer a su antojo en Navarra porque el PP, en Navarra, no es que no tenga autonomía, es que no existe.
Sanz pretende hacer cirugía a martillazos, como si los votantes de UPN y los del PP fueran agua y aceite. Un simple cálculo, como el que ayer realizó Navarra Confidencial, demuestra que el 94% de los votantes de UPN son además votantes del PP. Eso sí, seguro que el 6% restante le vota a Sanz después de cargarse a UPN. El resto quién sabe.
Yolanda Barcina, naturalmente, pasa a la historia con esta voladura. Una por una se queda sin la mitad de la herencia, eso para empezar. Pero es que además le esperan 2 años de bicefalia con Sanz tras la ruptura. Eso en el mejor de los casos, porque Sanz amenaza ahora con perpetuarse. Supongo que para evitar que nadie en el futuro pueda pegar los fragmentos de lo que él rompa. Dudo mucho que todo esto lo haga Sanz por demanda popular y con el entusiasmo de otros dirigentes como Yolanda Barcina.
Y así volvemos al principio. Que el problema es Sanz. Que todos los problemas pasan por Sanz. Y que la solución, por tanto, es hacerle un expediente de regulación de empleo a Sanz. Mucho me temo, sin embargo, que lo más fuerte que escuche Sanz estos días sea algo como “qué bien te sienta esa americana, presidente”. Por oral y por escrito, por supuesto.