Siempre le gustó hacer el papel de señorita Rotermeyer, con sus adversarios, corrigiéndoles constantemente sus equivocaciones, porque tiene vocación de ser la institutriz garante de las esencias progresistas vascas. Nunca ha dejado de decirnos a todos lo que estaba bien y lo que estaba mal, lo que había que hacer en todo momento y lo que no había que hacer. Siempre intentó presentarse como la mayor defensora, de su peculiar manera de entender Navarra.

Eso sí todo adobado de una amplia sonrisa, con unas maneras educadas como si al parecer nunca haya roto ningún plato. Eso si ha conseguido –que en todos estos años de actividad política- el poder nadar sin que haya tenido que mojarse nunca. Durante todos sus años de actividad política, Uxue nunca ha tenido que mancharse porque nunca ha bajado al fango, nunca ha tenido que resolver cosas concretas, porque nunca ha estado en ningún puesto de gestión.

Resulta que todos los demás siempre han hecho muy mal las cosas, mientras que ella desde lo más alto de su tribuna, se ha limitado a observar y a pontificar. Ella siempre habló desde la barrera, siempre se recreó en mostrar a los demás el toreo de salón, siempre se adornó con lindas frases hechas y con posturas progres para el aplauso de su audiencia; y con críticas duras, muy duras con los que gestionaban y lógicamente muchas veces se equivocaban, como cualquier ser humano.

Pero ella utilizando siempre frases manidas, ha cuidado su propia imagen con esmero, se nos presentó siempre como una nueva Juana de Arco para luchar contra todos los corruptos navarros instalados en las instituciones, apoyada por todas las baterías de medidos de comunicación, tanto nacionalistas como progresistas de Madrid. Ellos le han ayudado a enmascarar en todo lo que pueden sus puntos débiles, sus inexactas declaraciones fiscales y patrimoniales. Ocultan que Uxue es una de las políticas mejor pagadas, y sobre todo sin tener que responsabilizarse -que mojarse- en la gestión de las cosas públicas. Uxue debe ser más humildica y menos mentirosica. Le están investigando a Vd. y sólo a Vd. por sus cobros del Ayuntamiento, y no al Ayuntamiento de Pamplona. Y de momento la cosa continúa con la instrucción según el Tribunal de Cuentas. Qué fácil es mirar la paja en el ojo ajeno y que difícil ver la viga en el propio. Habría que oírla a Vd. si en su misma situación se encontrase cualquier político navarro constitucionalista.