Simplifiquen, faciliten, aligeren, déjennos vivir, más aire por favor. ¿Por qué tiene que haber más miedo que ilusión en el momento de emprender un negocio? ¿Cómo es posible que contratar personal se haya convertido en sinónimo de meterse en problemas? Ya no es solo cuestión de eficiencia. Lo que está en juego es la misma alegría de vivir, la posibilidad de ir al trabajo contento. El exceso de control, de burocracia, de impuestos, de normativas, de inspecciones, de trabas, ha convertido a los pequeños empresarios y profesionales en gestores al 80%, aprendices de funcionario. Y a los funcionarios en clones. Como si las tareas que dan nombre a cada oficio u ocupación -carnicero, taxista, periodista, maestro, comerciante, panadero, contable, archivero, jurista, etc… – no fueran mas que un simple aditamento superficial sobre el verdadero trabajo: la gestión burocrática de la realidad.
2 respuestas
El hecho de necesitar tanto papeleo abre la puerta a la corrupción. Se necesitaría una mano amiga para desatascar favorablemente determinado expediente. La simplificación ayudará en la lucha contra la corrupción…. y sin olvidarse de cortar las manos meticonas.
Debería producirse un cambio de modelo y mentalidad.
Pasar de la situación actual, en la que solo se puede hacer lo que está permitido, a una situación en la que pudiera hacerse todo lo no prohibido.
La actual situación produce parálisis de iniciativas en muchísimas ocasiones, pues si el funcionario no encuentra en sus papeles que lo que quieres hacer está permitido y el formulario correspondientes, simplemente te deniega toda posibilidad de ejercer esa actividad.
Lamentable… pero cierto.