Y no solo no se lo llevó sino que lo ha traído hasta Aoiz. Una fábrica de palas (no de frontón) para el montaje de “aerogeneradores” eléctricos. Se trata de una buena noticia sin duda para esa villa y para toda la Merindad de Sangüesa, hoy por hoy tan desangelada, que se suma al proyecto también anunciado para Lumbier en la misma linea: industria productiva, tecnología de vanguardia, energías renovables y distribución de recursos en puntos dispersos del territorio foral contrapesando así la macrocefalia pamplonesa. Una buena noticia pues, que se ha dado a conocer precisamente en el día en que se proponen subidas de la tarifa eléctrica nada menos que del 11,3%. Esperemos ahora que, tal como todo parece indicar, el viento dure más que el petróleo.
Jerónimo Erro