Me ha salido un churro de neologismo que parece una palabrota en alemán. Pero espero que Vds. me entiendan. La sociedadanonimización es esa tendencia, moda o costumbre irrefrenable que nos hace convertir en sociedad anónima todo lo que tocamos. Y con el anonimato ya se sabe lo que sucede; que tiende a favorecer la cobardía y las decisiones impersonales, desapegadas, tal vez inhumanas. Puestos a mirar todas las cosas según el color del cristal de un master empresarial estoy dispuesto a admitir que todo lo que se emprende es una empresa, desde la familia hasta la parroquia. Pero lo que no entiendo es por qué todas las empresas humanas han de mirarse en el espejo de la gestión de una S.A. como si fueran imperfectas o mediocres de no acabar asumiendo el glorioso título de S.A.
Las Cooperativas, las mutualidades, las empresas familiares, las universidades, las Cajas de Ahorro, las asociaciones juveniles, los clubs deportivos… cada una de estas formas diversas de organizar la actividad humana se nutre de su propia tradición; y cada cual tiene una manera peculiar de organizar, de repartir, de relacionar a la gente entre sí y con el entorno. Y sin embargo, no se qué clase de mano invisible parece que empuja hoy en día a todas ellas a desear ser una S.A. Es lo mismo que si todos deseáramos ser altos, rubios y de ojos azules. Como si no hubiera otra forma de éxito en la vida social y económica y política. A este paso hasta los partidos funcionarán así… y a lo mejor ya lo están haciendo.
Jerónimo Erro
2 respuestas
Seguro que las SA tienen sus cosas buenas y sus cosas malas. Pero son un simple instrumento. Y cuanto más poderoso el instrumento, mayor poder tienen los que los manejan. ¡ Cuidemonos de lospoderosos como César de los Idus de marzo, y el excursionista con niños del nublado de agosto en Txamantxoia!
Por un momento creí que se iba a referir a la tendencia de dejar comentarios anónimos en esta sociedad de la información y de la opinión indiscriminada. Por otra parte, una respuesta más atinada la tiene la otra sociedad de capital, SOCIEDAD DE RESPONSABILIDAD LIMITADA. La falta de compromiso y no asumir responsabilidades es el quid de la cuestión en el mundo que nos ha tocado vivir. En la familia, en la parroquia, en la escuela y en todas las empresas humanas se tiende a no asumir responsabilidades. Ni siquiera en la vida privada de cada persona. El disfrute a cortoplazo prima, por eso ni la palabra ni el compromiso tiene valor alguno. Chungo.