Bien. Ha sido interezpsante este exzperimento del zprozpeso de zpaz. Ahora pasemos al plan B… o mejor dicho salgamos ya del B y pasemos al A que consiste en volver a tratar el problema terrorista como lo que es, una forma inmoral de propaganda que es preciso reprimir policialmente, no políticamente. Y qué curioso que pareciéndose tanto ambas palabras -política y policía- sea tan oportuno distinguirlas en estos momentos.
La hermana Política, tan delicada y frágil ella, sólo puede actuar dentro de un orden, cuando todos los elementos concursantes aceptan unas mínimas reglas de juego. Si no se respetan esas reglas comunes ya no sirve la Política y entonces es cuando debe intervenir su hermana menor, la Policía, tan fea y nerviosa como necesaria. (Para los casos más graves tienen aún otra prima terrible que llamamos Guerra).
Y digo que ahora es el momento de la Policía. Me fastidia y preocupa, como a todos, vivir con la amenaza de los fanáticos. Pero quiero ver algo bueno en todo esto: que ahora están las cosas más claras. Se acabó pues el intento de violentar a la pobre Política. Que venga la Policía. Y que no les pase ni una.
Jerónimo Erro