Cuando la vida aprieta miramos a Lo Alto. Y a las iglesias que nos recuerdan Lo Alto. Por eso unos piden a la puerta -no a la del banco- y por eso organizan otros un encierro dentro del templo como acaban de hacer los de Koxka en San Lorenzo de Pamplona. Porque cuando el bienestar se tambalea empezamos a pensar en el bien-ser. No creo que tardemos mucho en ver a algunos políticos pidiendo rogativas contra la crisis.
Por su parte Sanz ha dicho que nuestros misioneros son "la mejor imagen que Navarra puede aportar al mundo". Ellos y su gente si que saben de economías en declive. Me extraña que no hayan incluido a algunos de ellos en el comité de expertos de "moderna" porque mas que una imagen son la prueba real de que es posible vivir y ser feliz en medio de las dificultades de este valle de lágrimas, con austeridad evangélica, claro.
Jerónimo Erro