¿De verdad vamos a dar por perdidos al 25 por ciento de los navarros?

Desde este rincón del ciberespacio, y antes de las elecciones generales, hemos defendido con ahínco que Navarra debería tener unos diputados propios en Madrid, porque eso de diluirse en un gran grupo amorfo y dejar la etiqueta de lo navarro a Uxue Barcos no es buena cosa. Como era de esperar no se nos hizo caso -¿por qué iban a hacerlo?- las "coaliciones" PSN-PSOE y UPN-PP llevaron cada una dos diputados a las Cortes Generales. Cuatro diputados propuestos por UPN y por PSN pero al mismo tiempo cuatro diputados que fueron presentados y votados bajo los carteles de Rajoy y ZP y tras las siglas de los dos grandes partidos de ámbito nacional. Si se quería hacer algún cambio debió de hacerse antes de las elecciones. Una vez constituidas las Cortes Generales no parece muy lógico, a no ser que se quiera ejercer de tránsfuga, que los diputados de UPN hagan como que no son del PP y que los del PSN hagan como que no son del PSOE. 
No creo por tanto que la discrepancia sea tan grave dentro de UPN como la pintan. Porque no se están debatiendo cuestiones de fondo sino de agenda. Ahora toca, ahora no toca.

Lo que me parece más grave es que este tipo de debates políticos dejen siempre al margen a "los otros". Me refiero a ese 25% de navarros en cuyo electorado, según la teoría política del presidente Sanz, no se puede "meter la cuchara". No se puede dialogar, no se puede pactar, no se puede hacer nada con ellos mas que aislarlos. Estoy de acuerdo en que es inútil discutir con los más recalcitrantes, especialmente con aquellos que justifican el terrorismo, pero ¿por qué no invertir algún esfuerzo en tratar de convencer a los electores más indecisos? Dentro de ese 25% hay un poco de todo. Y hay incluso navarros de pura cepa, amantes de su tierra y sus tradiciones que han sido engañados, directamente, por el mito euskadiano. Desde luego que no podemos ir ingenuamente, como hizo Alli en algún momento, poco menos que a darles la razón. Al revés. Hay que ir a por ellos, si, pero para ganar la batalla cultural especialmente en los jóvenes. Para eso sería de gran ayuda tener unos políticos que creyeran que una Navarra foral y española es algo más que el juego de tira y afloja presupuestario. Esa clase de navarrismo no motiva mucho que digamos.

Jerónimo Erro

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