Si algo se agradece del rifi-rafe que ha enturbiado estos días el idílico y acartonado paisaje de UPN es que se han oído algunas cosas claras. Tampoco muchas, no se hagan ilusiones. Pero sí algunas ideas sencillas de esas que todo el mundo entiende conforme se alejan de la babosa jerga políticamente correcta.
¿Que tendrán las alcachofas de los reporteros que impiden decir lo que se piensa?. A lo mejor es que despiertan en el subconsciente infantil de nuestros hombres públicos el recuerdo de la verga del kiliki. O tal vez sea que sus colores estridentes obligan a rumiar en exceso qué es lo que se dice, como si en vez de oir tu propia voz estuvieran ya leyendo los titulares de la prensa de mañana con una interpretación de sus palabras. Así no se puede vivir. Es normal que de vez en cuando se les escape alguna voz humana. Pero mientras tanto van a acabar acomplejándonos a quienes no pensamos tanto las cosas.
Jerónimo Erro