ZAPATERO Y LA TRANSITORIA CUARTA El presidente del gobierno ha concedido una entrevista de cinco horas al director del Diario El Mundo. Entre los temas de los que han hablado, Zapatero ha hecho un elenco de los productos que tiene a la venta en ese mercadillo en que se ha convertido el gobierno de la nación en estos dos años. Allí usted puede comprar el reconocimiento como nación de tu provincia, tu pueblo, tu casa o tu chalé; una ley a la medida para tu orientación sexual, sea cual sea; un vale por cientos de miles de ecuatorianos que te garanticen mano de obra barata; un informe de cualquier comisión nacional de energía para garantizar o paralizar la OPA que quieras lanzar; unos cuantos accesorios para la tregua, incluidas recolocaciones de terroristas en el mercado laboral, mesas de partidos, legalizaciones de los propios chiringuitos, incluso alguna subvención si te portas bien. Para acceder a ese mercadillo la moneda oficial no es el euro sino el voto. Depende de cuántos votos tengas o cuáles sean, puedes comprar lo que quieras. Aproveche ahora porque España está en venta con todo lo que quiera en su interior. Y se puede comprar por enteros o por partes. Entre las últimas cosas que ha puesto en venta es Navarra. El método por el que se pone a la venta es la sutil actitud de no derogar la Transitoria Cuarta, ese apunte arcaico de nuestra Constitución fuera del tiempo y del lugar, que señala que la incorporación de Navarra en Euskadi siempre será votable, pero la separación será imposible. Es verdad que los gobierno de derechas no la quitaron, y hay que tenérselo en cuenta, pero también es verdad que la situación entonces, con una sola España, daba menos miedo que este patio de caballos en que se ha convertido el país. El cambio de actitud de los socialistas coincide con quienes estamos anunciando y denunciando que Navarra está siendo moneda de cambio. No se lo podemos permitir. Javier López Canalejas