LA TREGUA LLEGA A BARAÑAIN La tregua de ETA ha llegado a Barañain en el fin de semana. En esta localidad y en media España se han enterado de la libertad, del diálogo y de la capacidad de autodeterminación que nos está dejando a todos la banda terrorista ETA. Y hay que decir que se ha enterado media España porque la otra media está mirando la televisión oficial, la prensa oficial, la radio oficial y a los políticos del Gobierno. Hasta hace unos años, apenas dos, la kale borroka era terrorismo, los detenidos iban a la audiencia nacional y los daños los cargaba el Gobierno a la cuenta de ETA. Hoy nadie sabe qué va a pasar con los detenidos por estos actos, si es que los hay. A Navarra le está tocando bailar con la más fea en el alocado proceso de paz que ha iniciado Zapatero. A Navarra han llegado las cartas amenazantes de ETA (fuera o dentro de plazo, qué más da) y a Navarra le ha tocado los atentados terroristas que suponen dejarte en el paro de la noche a la mañana con el conocido método hitleriano de quemar tu local. La nueva raza aria que se está creando en esta tierra, a costa de todos los demás, tiene su base asentada en el silencio cómplice de muchos y en la mirada a otro lado del Gobierno. Zapatero ha eludido una condena expresa, Senosiáin nos enseña que el proceso va a ser largo y complicado y mientras tanto una persona se ha quedado sin su negocio por no pensar como Zapatero, como Senosiáin o como Otegui. El problema de estas actitudes tibias es que pasan y no dejan malos recuerdos en la memoria de los votantes. Mientras los terroristas sigan actuando, son ellos los que van a concitar la animadversión de la población. Pero el Partido Socialista de Navarra no debe jugar con fuego, porque puede quedar en la memoria colectiva como el Partido que dio a otro las cerillas para incendiar Navarra Miguel Hernández