OTRA INCOHERENCIA DE LOS PROGRES No entiendo nada. O mejor dicho, lo único que entiendo es que no me puedo fiar de ellos porque son gente que cambia de opinión y de principios según le conviene. Resulta que ahora quieren salvar sea como sea la vida del asesino Ignacio de Juana. No le quieren dejar morir en paz, coartan su libertad de expresión y le obligan a alimentarse con una sonda nasogástrica. Que conste que no me parece mal, pero… Me acuerdo perfectamente de que aquel otro caso, el del tetrapléjico Ramón San Pedro. Allí fue todo lo contrario. La voluntad del enfermo era la misma: morir. Y entonces los mismos progres que ahora luchan por salvar al etarra de Juana justificaron sin ningún pudor que alguien le ayudara al tetrapléjico San Pedro a terminar con su vida. ¿En qué quedamos? ¿Qué es lo que cambia? ¿Por qué no contradicen la voluntad del sujeto en todos los casos? ¿O por qué no respetan la voluntad del sujeto en ambos casos? Pedro Blanco
