En otras ocasiones que me he dirigido a ustedes hemos hablado de la necesidad del optimismo para salir adelante en la vida. Ahora, considero conveniente saber si somos o no optimista. En la persona pesimista se pueden destacar dos elementos: La dificultad real de la situación a resolver y la dificultad interna de la persona para enfocar la situación adecuadamente y suele tener una manifestación, la crítica negativa. Ver el realismo de las situaciones es tremendamente difícil, la mayoría de las personas analizan las situaciones de dificultad con tal carga de subjetivismo, con un enfoque tan personal, que resulta difícil centrar la dificultad real.
Las personas optimistas, contrariamente, van más allá de los datos reales para centrarse, en primer lugar, en las circunstancias positivas, en las posibilidades de mejora de la situación. Tienen en cuenta las deficiencias pero saben que se pueden superar. La crítica negativa es incompatible con el optimismo. Pienso que la crítica ante las dificultades, cuando es positiva es siempre buena.