Hace pocos días leía que “una antigua componente del grupo activista Femen ha publicado su testimonio en la prensa italiana”.
Según la testimonio, participó en la manifestación frente a la catedral de Notre Dame de París hace un año y lleva desde entonces fuera de la organización. Próximamente quiere sacar un libro denunciando sus experiencias como parte de Femen.
En su testimonio subraya que este grupo activista hace uso “de métodos pseudosectarios para fidelizar, adoctrinar y someter” a sus componentes. “Hay que repetir siempre los principios básicos del movimiento deben interiorizarse para que puedan ser recordados mecánicamente como una lección aprendida de memoria.
Los que hablan demasiado son invitados a abandonar el movimiento”. “Tenemos que estar disponible las 24 horas del día, en detrimento de nuestro trabajo y vida privada. Tenemos que ser sumisos”.
Más allá de este adoctrinamiento, también seguíamos un fuerte entrenamiento para poder llevar a cabo acciones de combate con el fin de protestar a pecho desnudo en la calle”. Por todo esto, la ex militante confiesa que se sintió “decepcionada y desilusionada”, ya que en contra de la ideología que defienden “Femen no respetan a las mujeres”.
Viendo cómo se mueven en las manifestaciones, no nos extrañan estas palabras, no obstante es bueno que alguien lo ponga por escrito.
