Sr. Consejero de Educación, quiero agradecerle su gallardía al hacer acto de presencia en la conferencia de D. Benigno Blanco, Presidente del Foro Español de la Familia. Hubiera sido muy fácil escudarse tras una apretada agenda.
Después de verle allí, le presupongo cuanto menos capacidad de escucha y por eso hoy quiero contarle que la mía es una de las 200 objeciones que, de momento tiene sobre su mesa.
No le ocultaré tampoco mi preocupación por las consecuencias negativas que esta decisión pudiera conllevar. No obstante ha sido una decisión muy meditada y por tanto responsable. ¿Cómo mejor podría transmitir a mis hijos la obligación de seguir su conciencia como norma suprema de conducta? Hago mío el manifiesto de la Plataforma Navarra Educa en Libertad para recordarle lo que como objetora le pido a usted y por tanto al Gobierno de Navarra:
- Que se respete y reconozca la objeción de conciencia como derecho de los padres y alumnos, pues exigimos el respeto y reconocimiento de nuestra patria potestad en la educación de nuestros hijos.
- Que se respete y reconozca el ejercicio de la libertad de cátedra como derecho de los profesores.
- Que se envíen las objeciones de conciencia a quien corresponda del Gobierno de España.
- Que la asignatura no se implante como obligatoria ni evaluable.
Sr. Consejero, gracias por escucharnos.