La “Semana por la vida” en Pamplona del 21 al 27 de marzo ha sido un éxito. Ha sido un gran A FAVOR y una enorme PROTESTA. Esto, en una sociedad acostumbrada a “tragar todo” por el secuestro partitocrático de su palabra, por comodidad, flojera y anemia espiritual (unos no se enteran, y otros prefieren hacer sus planes y hasta el “poteo”, a manifestarse en unión), por la disolución que producen las malas leyes, y por ignorancia y positivismo de toda laya.
Fue un A FAVOR de la vida humana, con todas sus consecuencias, del concebido y todavía no nacido, sujeto del primer derecho y por ello del primer Fuero. Sin este derecho, no existe ni Derecho ni Fuero. ¿Qué se hizo del Fuero público de Navarra? ¿Y de su Derecho privado y Fuero Nuevo?
Fue un enorme EN CONTRA de la ley del aborto de 2010 y de 1985. Sí; el manifiesto de la Coordinadora convocante dice: “solicitamos la abolición de toda la legislación permisiva del aborto”. Nuestra más total enhorabuena a dicha Coordinadora, a la que pertenece y donde trabaja por la vida la CTC de Navarra, por esta claridad, y por la “Semana por la vida” que este año ha sido
muy novedosa.
Por la vida nos concentramos el 25 de marzo en el Paseo de Sarasate, junto a la estatua de los Fueros. Era todo un signo que la matrona de la Ley Foral estuviese a oscuras, aunque para compensar y como natural exigencia luciesen mil llamaradas vivamente encendidas a sus pies.
Nos manifestamos para seguir trabajando. Pero esto no es todo. Algo más tenemos que decir.
1º Los carlistas exhibimos en dicha concentración la gran pancarta “ABORTO NO. Dios ama al embrión”, que el último día de cada
mes denuncia el aborto ante el Parlamento de Navarra. No hay un “antes” ni un “después” de la “Ley” de 2010, sino de la despenalización-legitimación del aborto de 1985. Cuando Dios falta de las Constituciones de los pueblos, y sobre todo en un país católico como España, se anuncian todos los males.
2º La otra pancarta carlista extendida por unas jóvenes decía: “Aborto criminal. Fuera subvención”. Ojalá los dos políticos asistentes de UPN según “Diario de Navarra” estén de acuerdo en retirar la subvención de su Gobierno a las madres abortistas con ocasión del asesinato.
3º Por último, y ante la “clínica” abortista (el matadero) de posible apertura en Navarra, la administración pública debe hacer mucho más que poner mil “pegas” desde el punto de vista “sanitario”, término este último que en este caso resulta más que contradictorio. El Gobierno de Navarra debiera vivir su protesta a esa “clínica” como primera obligación jurídica y también política, y divulgar su convencimiento en la sociedad con los resortes del poder político. Debiera “reclamar” todos los días al Gobierno de la Moncloa y su Parlamento en el caso de comenzar la trituradora de niños. Esta magna cuestión no se reduce a las competencias existentes entre la Comunidad de Navarra y la ley orgánica del Estado. Sí, hay un conflicto moral, jurídico, político y social nada silencioso y muy serio, y así debe ser considerado públicamente. Lo peor es entender el asunto desde el punto de vista administrativo y guardar silencio, pues significaría en la práctica –y además lo produciría- el acostumbramiento ante el crimen.
¿Qué es eso de dar permiso administrativo a un campo de exterminio? ¿Y bajo el rótulo de “Sanidad”?
Cientos de miles de personas salieron a la calle en defensa de la vida en 80 ciudades españolas. Que la prensa de Navarra no les empequeñezca, y que tampoco desvirtúe la concentración de Pamplona. Yo estuve aquí.
Insisto. Nuestra más cordial enhorabuena a la Coordinadora Navarra por la vida. Lo ha hecho muy bien. Y que la “Casa de acogida” salga adelante.
Javier García. Vocal de Vida y Familia de la Comunión Tradicionalista
Carlista de Navarra