No es fácil para la mayoría de los navarros ser conscientes de hasta qué punto el gobierno cuatripartito les está crujiendo a la hora de pagar los impuestos. No es sencillo porque, por ejemplo, cualquier navarro puede tener una noción de lo que paga comparado con lo que pagaba él mismo en el pasado, teniendo en cuenta que la mano del cuatripartito llega muy lejos en el pasado porque ya desde la mayoría de la que gozaba en la oposición, incluso gobernando UPN, subía los impuestos, pero no por ejemplo respecto a lo que pagan en otras comunidades en donde en vez de subir han bajado los impuestos. Las comparaciones con el pasado a veces tampoco son sencillas porque quien está soltero se casa o quien se casa tiene hijos y en general las situaciones cambian dificultando la comparación de manzanas con manzanas. Recientemente Navarra Suma publicitaba la web irpfnavarra.com, para que cualquiera pudiera visualizar el hachazo fiscal del cambio que seguramente viene sufriendo, pero no todo el mundo realiza semejantes comprobaciones por falta de ganas, tiempo o conocimiento.
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El Circulo de Navarra en Madrid ha difundido estos días un artículo titulado “Los impuestos que estamos pagando”, en el que se recuerda que en la campaña fiscal del 2017 un contribuyente con 2 hijos y una renta anual de 16.000 euros se encontró con que, sabiéndolo o no, pagaba más que en el resto de España y casi 400 euros más que en Madrid. Es decir que en 4 años habría pagado 1.600 euros más en comparación. O que una pareja con 2 hijos, con unas rentas de 38.000 y de 29.000 euros, como mínimo pagó 777 euros más de IRPF, es decir 3.108 de más en 4 años. Y si tenía 3 hijos, la diferencia ya ascendía a 903 euros, o sea 3.612 euros en una legislatura con el bienamado cuatripartito. Todo esto en el caso de navarros de clase media.
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Si nos vamos a rentas más altas, el Círculo de Navarra en Madrid recuerda que en 2015 en Navarra, a partir de 46.000 euros, se pagaba el 40% de impuesto, y conforme iba creciendo la renta, se incrementaba la carga hasta el 48% como máximo. Por decisión del gobierno foral se subió este tope hasta el 52%. “Flaco favor de cara a atraer talento e inversión para crear empleo”, concluye el artículo. Y efectivamente, el número de contribuyentes en el último tramo del IRPF ha descendido (87 en 2015, 69 en 2017). Se nos vendió que las subidas de impuestos eran para los ricos pero, precisamente en el tramo más alto la recaudación ha bajado de 30,35 a 28,6 millones. Además, a muchos contribuyentes se les subió la carga impositiva de sus ahorros, y a otros muchos se les suprimió la deducción por vivienda. Si fuiste madre o padre, recuerda el texto, pagaste IRPF por las ayudas que recibiste cuando nacieron tus hijos y Navarra fue el único lugar de España donde, tras una sentencia del Tribunal Supremo, no se devolvió a madres y padres lo que habían pagado a Hacienda por ello. En el caso de que seas un empresario familiar, tendrás el dudoso honor de estar en el único territorio de Europa donde tu patrimonio empresarial, creador de riqueza y puestos de trabajo, pagará un impuesto sobre el patrimonio.
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Esta reflexión no puede concluir sino recordando que la cifra de navarros perjudicados por la reforma fiscal no es una cantidad abstracta, sino que según los números de la Hacienda Foral asciende a 168.341 declaraciones.
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Obviamente no hay 168.341 ricos en Navarra, por lo que el argumento de que se han subido los impuestos sólo a los ricos cae por su peso. De hecho esas 168.341 declaraciones constituyen el 51% de las declaraciones, lo que nos lleva al siguiente punto.
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En las elecciones forales de 2015, las que le dieron la mayoría al cuatripartito, hubo 337.895 votos válidos. que excluyendo los votos en blanco se quedan en 331.285, cuya mitad más uno son 165.643 votos. Es decir, si los 168.341 declarantes navarros a los que Barcos y su pandilla han subido los impuestos formaran un partido, ese partido conseguiría la mayoría absoluta en el Parlamento de Navarra. Se trata de un dato interesante por si a esos contribuyentes les interesa reflexionar sobre ello antes de decidir su voto el domingo. si no para votar a un partido formado ellos, sí al menos para castigar a los partidos que les han perjudicado. Que cada cual decida si deja pasar la ocasión de que el domingo puede convertirse en el día de la justicia retributiva.
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