¿Estará pasando factura la crisis del coronavirus al gobierno de Pedro Sánchez? Es la pregunta que todo el mundo se hace y ante la que, aparte de las propias impresiones, no queda mucho más recurso que tratar de encontrar una respuesta echando un vistazo a las encuestas. Una de las que suele esperarse con más anhelo es la de GAD3, en una época en que las empresas demoscópicas gozan de una merecida mala reputación, no hablemos del CIS. Por aquello de que entre ciegos el tuerto es rey, la publicación por parte de ABC de una encuesta elaborada por GAD 3 ha despertado un cierto interés.
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Como puede apreciarse, el centro derecha obtiene un gran resultado como porcentaje de votos: el 44,7% (PP+VOX+CS) frente al 42,7% de las Generales del 20N. La buena noticia es que con ese porcentaje de votos el centro derecha podría tener mayoría absoluta (en el 2000 el PP tuvo 183 diputados con el 44,5% de los votos ; en el 2011, 186 diputados con el 44,6%). La mala noticia es que, fragmentado en 3, con el 44,7% de los votos la encuesta sólo le atribuye al centro derecha 158 diputados.
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Por la parte izquierda, el PSOE mantendría sus 120 diputados, pero evitaría perder escaños sólo por recoger los votos de los 7 diputados que pierde Podemos y el que pierde Más País. No obstante, aunque con más dificultades, podría volver a repetirse el escenario actual de insuficiencia de escaños del centro derecha y posibilidad de reeditar un gobierno de izquierda radical apoyado en los nacionalismos.
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Cabe indicar que la encuesta se ha realizado entre el 4 y el 8 de mayo y que, si de toda encuesta conviene desconfiar, más aún ante una situación tan extraña y cambiante como la que atravesamos. Lo que valía para la primera semana de mayo, asumiendo que valiera, puede estar totalmente desfasado en un par de meses, cuando se empiece a notar en toda su crudeza la crisis económica.
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Con eso y con todo, lo que la encuesta vuelve a poner de manifiesto es el problema que sigue teniendo por culpa de su fragmentación el centro derecha. La izquierda se desgasta y acusa la crisis, pero es muy difícil traducir ese desgaste en una victoria ni siquiera con un buen porcentaje de votos, debido a todos los diputados que se pierden en las circunscripciones pequeñas por culpa de la división. Mientras esté partida en tres, la oposición lo tiene complicado para desalojar a la izquierda del poder, salvo con un resultado espectacular, superior a cualquier otro que haya conseguido históricamente el centro-derecha. Lo que con una fórmula unitaria cosecharía más de 180 diputados, con un porcentaje incluso superior no llegaría a 160 por culpa de la fragmentación. El desgaste de la izquierda puede variar pero este problema de la oposición es constante, se refleja en todas las encuestas sea cual sea el pronóstico y no tiene fácil solución salvo que desaparezca un jugador, o nazca una España Suma, o el centro derecha estudie con inteligencia su política de alianzas y candidaturas municipio por municipio, circunscripción por circunscripción.
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