Antes de unas elecciones casi todo son especulaciones, pero después casi todo, al menos casi todo lo que tiene sentido, se limita a los números. ¿Cómo se ha producido el hundimiento del mandarinato de Uxue Barcos?
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Recordemos para empezar que la llegada al poder del cuatripartito se produjo ante un empate en votos (de hecho tuvo unos pocos votos más la oposición), de modo que al cuatripartito le podía haber bastado con ganar en estos cuatro años la confianza de unos pocos navarros para mantener el poder. O inversamente, le bastaba con perder la confianza de unos pocos para perderlo. Con cuatro años de bonanza económica y cientos de millones más de recaudación, sin embargo, no sólo no han conseguido aumentar el número de simpatizantes sino que han cosechado un significativo rechazo. Pero como decíamos vayamos a los números.
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Navarra dice “basta” al cuatripartito
Frente a las 160.352 personas que en 2015 votaron al cuatripartito, ayer sólo lo hicieron 134.681 (con el 98% del voto escrutado). Es decir, el cuatripartito ha perdido durante la legislatura del cambio más de 25.000 votantes.
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Dentro del cuatripartito, sin embargo, Geroa y Bildu han ganado casi 7.000 votos.
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Por el contrario, Podemos e IE han perdido 32.419 votos.
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De los más de 32.000 votos que pierden Podemos e IE, por tanto, podría deducirse que 7.000 van al nacionalismo.
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Los otros 25.000 votos que pierden Podemos e IE, son los que gana el PSN.
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Observamos por tanto que entre el electorado de izquierdas y nacionalista no ha habido ningún tipo de desmovilización. Para empezar, ayer la participación fue ligeramente mayor que en 2015 (72% vs 68%), pero es que además sólo se produjeron los citados trasvases, particularmente entre Podemos y el PSN, y no una caída de votos ni del bloque nacionalista ni del bloque izquierdista.
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Gracias a Laura Pérez y Ainhoa Aznárez por su catastrófica labor
Que no haya habida una caída del voto izquierdista, pero sí un importante trasvase de Podemos e IE hacia el PSN, que ha estado toda la legislatura en la oposición, debería dar hoy algo que pensar a María Chivite. Los electores de izquierdas han castigado a Podemos e IE por sus rencillas internas, pero también y acaso sobre todo por el seguidismo acrítico de las políticas nacionalistas de Geroa y Bildu. Pactar con los nacionalistas no tiene premio. El electorado de izquierdas ha castigado a los partidos de izquierdas que han colaborado con el nacionalismo y han premiado al que ha estado en la oposición al nacionalismo.
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El trasvase de votos entre Podemos e IE y el PSN, por otra parte, no agota la explicación del resultado.
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Se ha producido también un movimiento interesante por la derecha.
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En 2015 los partidos a la derecha del PSOE obtuvieron 115.977 votos, ayer consiguieron 127.973 votos. Es decir, el centro-derecha obtuvo 12.000 votos más que no provinieron de la izquierda, sino de la abstención. En las elecciones de ayer la izquierda y el nacionalismo se movilizaron exactamente igual que en 2015, pero la derecha se movilizó más que en 2015. Es preciso anotar este regreso de votantes de centro-derecha que en 2015 se abstuvieron para rematar el cuadro explicativo del resultado. Si la izquierda se hubiera desmovilizado, el centro-derecha hubiera podido obtener un resultado extraordinario.
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Con el resultado que se dio ayer en el Parlamento de Navarra, por lo demás, nos encontramos con lo siguiente:
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1-No repite mayoría el cuatripartito.
2-No hay una mayoría PSN+Geroa+Podemos+IE, como pretendía el PSN.
3-El PSN no puede formar mayoría sin Bildu.
4-Habría una amplia mayoría formada por Navarra Suma+ PSN.
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Para el centro-derecha navarro el resultado de ayer es bastante satisfactorio, o por lo menos el mejor mal resultado posible. Hasta la semana pasada varias encuestas insistían en que era posible que el cuatripartito revalidara su mayoría o que el PSN pudiera formar una mayoría alternativa con Geroa, Podemos e IE. Todos ellos eran peores resultados que el que ayer se produjo.
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Por otra parte, merece la pena considerar que el mal resultado que ha obtenido el cuatripartito lo ha obtenido en una situación económica totalmente favorable. Si se hubiera tenido que enfrentar a una crisis, el resultado del cuatripartito podría haber sido mucho más catastrófico, aún.
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Agur Asirón y Barcos
Las elecciones de ayer pueden haber supuesto además el final de la carrera política de Uxue Barcos. Es posible que el PSN intente maniobrar para formar un gobierno con Bildu como pata invisible, pero es dudoso que el PSN se salte sus líneas rojas para encima volver a hacer presidenta a Uxue Barcos. Sería un suicidio político. No digamos en el caso de Asirón, una pieza mucho más prescindible que Barcos.
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En Pamplona, Navarra Suma quedó al borde la mayoría absoluta y se invirtió el resultado de 2015. Es decir, en vez de quedar sin representación el 7% de pamploneses que votaron a PPN y Ciudadanos, en esta ocasión han sido el 7% de pamploneses que han votado a Podemos e IE los que se han quedado sin representación. El paso al limbo de ese 7% de votos estuvo a punto de permitir que Navarra Suma consiguiera la mayoría absoluta en el Ayuntamiento de Pamplona. La hubiera conseguido añadiendo por ejemplo los votos de VOX e incluso de CCD Centristas.
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Navarra Suma ha sido una gran idea
Navarra Suma ha demostrado ser un enorme éxito estratégico para desmantelar al aberchalato del cambio. Acabamos de ver el ejemplo de Pamplona, pero es que por ejemplo se acusaba a Navarra Suma de haber fracasado en las generales por haber obtenido 20.000 votos menos que en las generales de 2016 (126.000 vs 106.000). Pues bien, ayer Navarra Suma superó los 128.000 votos, por lo que recuperó con creces los votos de las generales de 2016 y aumentó en 12.000 los de las forales de 2015. Es evidente que los navarros de centro derecha han votado masivamente a Navarra Suma como voto útil en las elecciones de ayer, como manifesta asimismo el hecho de que VOX, de conseguir más de 17.000 votos en las generales, ayer en las forales se quedara en 4.400, no consiguiendo representación.
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El sapo saltó del puchero
Durante toda esta legislatura nos hemos estado preguntando si al final del mandato, tras freírnos con impuestos, ikurriñas, imposiciones lingüísticas, imposiciones ideológicas, ofensas a las víctimas del terrorismo, ofensas a los creyentes, espectáculos bochornosos y hasta transfuguismos, al levantar la tapa del puchero el sapo seguiría en la olla o habría saltado. Pues bien, ayer se demostró que el sapo saltó del puchero. Los aberchales se pasaron con el fuego. No supieron ir subiendo gradualmente la temperatura para que el sapo no se enterara de que lo estaban cociendo. Así que en algún momento el sapo no pudo soportar el calor y saltó fuera del puchero. La falta de moderación les pasó factura. Han ofendido, discriminado y maltratado a demasiados navarros con demasiada intensidad durante demasiado tiempo. ¿Y qué mensaje han lanzado los electores navarros a los políticos? Los partidos que estaban en la oposición han pasado de los 24 a los 30 diputados y los que tenían 26 a 20. Veremos cómo se mueven las fichas ahora, pero parece claro que estar con el cuatripartito ha sido castigado y estar frente al cuatripartito premiado. Tal vez sea una indicación de cómo quiere el electorado que se muevan las fichas en el tablero. En todo caso aparentemente Chivite sólo tiene tres jugadas: o llegar a algún tipo de acuerdo con Navarra Suma, o formar un gobierno en el que dependa de Bildu en todo, o hacernos votar otra vez en otoño.
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17 respuestas
Muy bien, muy bien, aquí está la superioridad moral de la izquierda: para que no gobierne el nacionalismo debe gobernar Chivite con el apoyo, el plácet o la bendición del nacionalismo teniendo la mitad de escaños que Navarra +. ¿Por qué le llamarán amor cuando quieren decir sexo?.
En fin, Obabatarra, la perdiz ya está suficientemente mareada.
Yo no soy portavoz de nada más que de mí mismo. Analizo la situación y expongo mi opinión.