Los cuneteros olvidados por Anasagasti y la memoria histórica

¿Por qué Anasagasti llama tranquilamente “los de las cunetas” a Navarra Suma? Porque la Guerra Civil y la memoria histórica es un terreno en el que, tras 40 años sin dar la réplica, la izquierda y el nacionalismo se sienten perfectamente cómodos, tras imponer sin oposición su relato. De las cunetas de la izquierda y de las ejecuciones en las prisiones republicanas nadie habla. En algún momento la derecha pensó que mejor no confrontar el relato de la izquierda sobre la Guerra Civil, que a fin de cuentas casi tenían hasta el derecho de que no se les replicara por haber perdido la guerra y sufrido la dictadura, que ya se cansarían y que el tiempo pondría todo en su sitio. Pero no ha sido así. El resultado de no dar la réplica no es que se hayan cansado sino que no hablen de otra cosa. Si hablando sólo de esto se percibe a sus rivales como cuneteros, normal que no quieran hablar de otra cosa. El tuit de Anasagasti, por otro lado, revela una vez más que la obsesión con la memoria histórica no tiene nada que ver con ningún afán justiciero ni reparativo del pasado, sino con el afán de tildar a sus adversarios políticos presentes de cuneteros. Y es por y para esto que se destinan tantos recursos a la memoria histórica. Una memoria histórica absolutamente unilateral y hemipléjica, por supuesto.

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Para empezar, resulta preciso señalar que no hubo ni una retaguardia republicana en la que no hubiera cunetas. Las mismas historias de horror que se pueden narrar de la represión franquista en Navarra, se pueden narrar de la represión republicana en cualquier otra zona de España. Ya que volvemos a remover la Guerra Civil por un tuit de Anasagasti, podríamos hablar de las cunetas y las ejecuciones de los republicanos en el País Vasco, por ejemplo.

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Raro será el navarro con una cierta militancia izquierdista o nacionalista que no sepa que en el fuerte de San Cristobal, por citar un caso recurrente, se produjo en 1938 una fuga masiva de prisioneros republicanos que acabó con la ejecución de unos 200 de ellos. Este mismo militante izquierdista o nacionalista es improbable, por el contrario, que sepa nada de los asaltos a los buques prisión “Cabo Quilates” y “Altuna Mendi” en Bilbao, en septiembre de 1936, durante los cuales se asesinó a más de 100 presos nacionales.

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En enero de 1937 fueron asaltadas las cuatro cárceles bilbaínas, en las que habían sido distribuidos los prisioneros políticos: la cárcel de Larrinaga, el Convento de El Carmelo, el Convento de Los Angeles Custodios y la Casa Galera. La masacre de los republicanos de saldó con más de 200 presos nacionales muertos. Esto de que las cárceles republicanas eran “asaltadas” consiste en que un grupo de milicianos o de exaltados, supuestamente incontrolados, va a la cárcel a ejecutar a los presos y nadie se lo impide, pero la responsabilidad hay que echársela sólo a los exaltados e incontrolados y no a las sacrosantas e inmaculadas autoridades republicanas que no lo impedían.

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Lo de asaltar las cárceles y ejecutar a los prisioneros no era ni mucho menos un caso aislado sino casi una tradición. Es decir, es algo que pasó por toda la zona republicana, a lo largo de toda la guerra y mientras una zona estuvo en poder la República. No se puede alegar por tanto que las ejecuciones de presos eran imprevisibles y las autoridades republicanas no podían preverlas. En Guipúzcoa, por poner algún ejemplo más, se asaltaron también en julio del 36 las cárceles de Ondarreta, Tolosa y Guadalupe. Las ejecuciones se extendieron hasta la llegada de los nacionales meses después, como lo testimonia el asesinato de Víctor Pradera en septiembre del 36, el cual había sido encarcelado en la cárcel de Ondarreta y fue víctima de una de estas ejecuciones de presos en las cárceles republicanas.

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Resulta llamativo que muchos de estos asesinatos masivos de presos se intenten justificar o explicar por ejemplo por un bombardeo previo del bando nacional. Aceptando esta lógica, si tras cualquiera de los bombardeos que sufrió Pamplona un grupo incontrolado de falangistas hubiera subido al fuerte San Cristóbal y ejecutado a los presos, tendríamos que ser comprensivos. O dado que los asaltos a las cárceles republicanas fueron previos a la matanza de San Cristóbal, habría que ser comprensivos también con la matanza en San Cristobal y considerarla una especie de violencia de respuesta o eco de la otra.

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Observando el balance global de la contienda, se puede concluir que tan brutal fue la represión franquista como la republicana en sus respectivas zonas y que no hubo ningún bando ni lugar caracterizado por la ausencia de cuneteros. Las cifras de la represión franquista duplican eso sí a las de la republicana, cosa que por otra parte se explica porque el bando nacional, al ganar la guerra, controló el país y extendió la represión más allá de la propia guerra (como hubiera hecho el bando republicano si hubiera ganado), y porque el bando republicano nunca llegó a controlar más que el 50% del país. Teniendo en cuenta este segundo dato, los niveles de represión en la zona controlada por cada bando fue similar. En consecuencia llamar cuneteros a los de un bando no tiene sentido porque cuneteros los hubo en las dos orillas y en similar magnitud, según el poder que llegaron a tener y la extensión de terreno que llegaron a controlar. Obviamente Anasagasti llama cuneteros a personas que ni una de ellas había nacido en 1936. Anasagasti en cambio ha conocido en su vida a otros cuneteros mucho más recientes con los que no tiene demasiados reparos en darse la mano para alcanzar el poder.

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2 respuestas

  1. Las democracias europeas no ayudaron a la república porque conocieron antes de la guerra su forma de «resolver» los problemas.

  2. claro…., segun los PERDEDORES de la guerra, parece que los GANADORES mataban con balas, y los PERDEDORES se defendian con PETALOS DE ROSA en SUS MANOS jajajaja, y también segun los PERDEDORES de la GUERRA, cuando MATABAN a uno de los VENCEDORES con los PETALOS DE ROSAS lo enterraban con todos los honores en un PANTEON DE MARMOL y avisaban a sus familiares jajajaja…, joooooood…. er que MAL PERDER TIENEN LOS QUE PERDIERON LA GUERRA…, joooooo…. der…, vamos que yo ODIO LAS GUERRAS que quede bien claro, pero eso de que digan que los de un lado mataban.., y los del otro lado repartian entradas de cine…, creo que no me parece muy correcto…., vamos que me imagino que en ambos lados mataban por igual, y ambos lados harian las mismas burradas…, es como si se quejan los japoneses de que los estadounidenses los mataban…., pero bueno…, partiendo de la base de los DESEOS que tienen esas POBRES GENTES del norte del Reyno de Castilla (cuna de Vardulos, Caristios y Autrigones) por nuestro MILENARIO REYNO DE NAVARRA (cuna de VASCONES), es normal su FANTASIA, RABIA y ODIO en sus VENAS a el NO CONSEGUIR LO QUE QUIEREN con nuestro MILENARIO REYNO DE NAVARRA, a el IGUAL QUE EL MANIACO SEXUAL que NO PUEDE CONSEGUIR A SU VICTIMA, eso es lo que les pasa A ESAS POBRES GENTES DEL NORTE DEL REYNO DE CASTILLA (cuna de Vardulos, Caristios y Autrigones).

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