Escuchando a los ministros del gobierno de España a veces parece que están encantados con la devastación económica que el coronavirus va dejando a su paso. O sea, la extrema izquierda considera una especie de oportunidad que la economía haya quedado pulverizada para crear desde cero una nueva economía. De este modo, habría una serie de sectores a los que no sólo no habría que ayudar a que sobrevivan a la crisis, sino que casi habría que ayudar a que desaparecieran de una vez por completo.
X
Podría parecer que lo afirmado anteriormente resulta muy exagerado, pero lo exagerado y extremista es más bien el discurso habitual del gobierno. De hecho casi todos los sectores económicos del país están espantados por el gobierno.
X
Alguien podría pensar, por ejemplo, que España tiene una gran suerte por su clima, su paisaje, su cultura, su seguridad y su imbatible oferta de servicios, la cual le permite ser una gran potencia turística. Sin embargo no lo ve así el ministro de Consumo.
X
x
Contra lo que pudiera pensar el ministro, sin embargo, las principales potencias turísticas no son España, Senegal y Haití, sino España, EEUU y Francia. Es decir, resulta bastante evidente que el turismo no es una actividad propia de países tercermundistas y de economías poco desarrolladas. Lejos además de ser un sector agotado, España tiene aún un gran potencial para crecer en el campo del turismo cultural. Pero es que además somos muy buenos en el sector del turismo. No es casual que seamos la segunda potencia mundial en turismo. Es absurdo que el ministro piense que es un desdoro o que cualquiera podría ser segunda potencia del mundo en turismo.
X
Al gobierno actual tampoco les gustan los agricultores y ganaderos. El actual gobierno, que además de todas las otras cosas que desconoce tampoco conoce el campo, piensa que el campo español es algo así como La Cabaña del Tío Tom o Lo que el viento se llevó. Al mismo tiempo que el sector primario evidenciaba su importancia en el abastecimiento de los suministros esenciales a la población española en confinamiento, el gobierno lanzaba sin embargo una campaña contra el sector al que acusaba poco menos que de practicar generalizadamente la esclavitud.
X
x
La ideología dominante también odia al sector de la automoción. Una vez más no exagerábamos nada al decir que algunos de los líderes de la ultraizquierda celebran la crisis económica y quieren literalmente ayudar a que bastantes sectores desaparezcan. El cóctel es peligrosísimo para la economía española porque incluye impuestos muy elevados, inseguridad jurídica, un gobierno hostil y países alternativos en los que estarían encantados de recibir con los brazos abiertos a todas las empresas que el gobierno quiere echar del nuestro.
X
x
Queda por reseñar que todos estos sectores a los que el gobierno odia, a los que sin duda podemos añadir la construcción, representan el 38% del PIB español. Es decir, hablamos de poner en riesgo una aportación anual al PIB de unos 400.000 millones de euros.
X
x
Además de todos los sectores indicados, al gobierno tampoco le gusta la banca, la distribución, ni por supuesto Inditex. La pregunta es qué entiende el actual gobierno por trabajos de alto valor añadido, ¿ser técnico de igualdad? EEUU es una potencia turística y una potencia tecnológica. No es incompatible. No te conviertes en una potencia tecnológica sólo por cargarte el turismo. Para ser un país de astronautas en vez de un país de camareros no basta con quemar todos los bares, por seguir con las simplificaciones absurdas, porque no tendrás ni astronautas ni camareros. La alternativa a ser astronauta no puede ser estar en el paro o el 99% del país estará en el paro, por bien que a este gobierno se le de mandar a la gente al paro.
x
x
