El Instituto de Estadística de Navarra ha publicado un interesante estudio sobre la financiación y los gastos de la enseñanza privada no universitaria en Navarra. Una de las conclusiones es que el estado aporta el 77% de la financiación de los colegios concertados. Esto se traduce en que el coste por alumno para la administración es de 3.771 euros en los colegios concertados. Otro dato significativo es que los colegios concertados dedican casi tres cuartas partes de sus gastos a retribuir al personal y el otro cuarto a gastos en bienes y servicios. Finalmente, añadiendo a lo que paga la administración lo que pagan los padres a través de las cuotas, el coste total por alumno en los centros concertados asciende a 4.859 euros.
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El resumen de lo anterior sería que cada alumno de la concertada tiene un coste promedio de 4.859 euros de los que 3.771 los paga la administración y 1.088 la familia.
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El estudio no incluye el dato de cuánto cuesta por el contrario cada estudiante de la educación pública, pero en numerosas ocasiones se han publicado datos que nos pueden ayudar a encontrar una referencia comparativa. Así, por ejemplo, el último informe del Consejo Escolar de Navarra señala un gasto por alumno en la enseñanza pública de 6.840 euros.
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O sea, el coste por alumno en la enseñanza concertada navarra es de 4.859 euros incluyendo lo que pagan las familias. Para cada alumno de la concertada, el coste para la administración pública es de 3.771 euros. Para cada alumno de la pública, el coste para la administración es de 6.840 euros. Cada alumno de la pública le cuesta al gobierno 3.069 euros más cada alumno de la concertada. Cada alumno que se matricula en la concertada le ahorra al gobierno foral 3.069 euros.
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En general, cuando otros años se ofrece este dato la réplica señala todos los costes que tienen que pagar de su bolsillo las familias además de lo que aporta el gobierno, señalando que las familias más humildes no se podrían pagar ese lujo, y que añadiendo ese coste oculto la educación pública no es más cara que la privada-concertada. Pues bien, este informe destruye ese mito. Como hemos indicado, el coste promedio de cada alumno de la concertada en Navarra, incluyendo las cuotas que tienen que pagar las familias, asciende a 4.859 euros, que sigue siendo mucho menos que los 6.840 que cuesta cada alumno de la pública. Si el gobierno se hiciera cargo de todos los costes a los que tienen que hacer frente las familias de los colegios concertados, seguiría ahorrando 1.981 euros por alumno.
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Los números de los que disponemos nos permiten jugar con algunos escenarios curiosos, como lo que costaría al Gobierno de Navarra que toda la educación fuera pública y lo que le costaría que toda fuera privada.
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En Navarra hay 111.857 alumnos de los que 72.528 estudian en la pública y 39.329 en la concertada. Acabar con la educación concertada e imponer la educación pública al 100% del alumnado tendría un coste de 765 millones de euros. Alternativamente, matricular a todos los alumnos navarros en la educación concertada (haciéndose cargo el estado de todas las cuotas) y cerrar la pública tendría un coste de 543 millones de euros. Privatizar la Educación representaría un ahorro para las arcas forales de 144 millones de euros. Es decir, el gobierno podría garantizar la educación universal y conseguir además un gran ahorro pagando a todo el mundo una plaza en un colegio privado-concertado, evitando ofrecer la formación en centros públicos. ¿Son cifras matizables? Sin duda, pero las cantidades a matizar son estas y el marco a discutir como punto de partida resulta bastante significativo. Es más, estas cifras sientan las bases de la viabilidad de una idea como el cheque escolar. Por otro lado, además de ahorrar, de este modo se garantizaría mejor la libertad educativa de cada familia y se limitarían los afanes adoctrinadores de los gobiernos.
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Sólo falta añadir que los colegios concertados, además, obtienen mejores resultados en PISA o las Evau. Es decir, tienen un coste menor que los públicos y ofrecen sin embargo mejores resultados académicos. A la vista de todo lo expuesto la pregunta podría ser si la apuesta por la educación pública frente a la privada es económica o ideológica. Más aún, si es lógica o ideológica.
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