Nos sale muy caro a todos aplaudir la subida de sueldo a los funcionarios

Resultaría irónico que la tensión social estallara por el lado de los empleados públicos. Los empleados del estado no terminan de estar satisfechos con la subida salarial del 3,5% este año que será hasta del 9,5% en 2024 acumulando las subidas de los últimos 3 años.

Pues imagínense cómo estarán los demás que no son empleados públicos, que aparte de lo suyo tienen que pagar lo de los empleados públicos. La subida establecida por el gobierno supone un gasto público añadido de 24.000 millones para pagar los salarios públicos y las pensiones. En España hay 20 millones de personas ocupadas, 24.000 millones de euros más suponen 1.200 euros más de gasto por ocupado.

Acaba de publicarse asimismo el dato, para ponerlo en contexto todo, de que la brecha salarial entre los trabajadores del sector público y el privado alcanza ya el 58% y se sitúa en máximos históricos.

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Cabe preguntarse hasta qué punto los empleados públicos son conscientes de que la bolsa para pagar sus salarios sale de la bolsa de los salarios de los ocupados en el sector privado. ¿No lo saben o no tienen piedad? Y los trabajadores del sector privado, ¿saben o no saben que todas las subidas a los pensionistas o a los empleados públicos repercuten directamente sobre su sueldo? ¿No deberían ser ellos los que se estuvieran movilizando en estos momentos?

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Los sindicatos sostienen que los empleados públicos han perdido poder adquisitivo en los últimos años, pues imagínense el resto. Por cierto, ¿representan los sindicatos también a los trabajadores del sector privado? ¿Tampoco ellos son conscientes de que para aumentar el capítulo de gastos de personal en los Presupuestos hay que repercutir todo ese dinero sobre sobre los salarios de los trabajadores privados?

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Que exista una brecha salarial tan salvaje entre los empleados públicos y los privados es simplemente mala gestión por parte de los gobiernos. Pagar a los empleados públicos por encima de los precios reales de mercado es gestionar mal el dinero público. Si un gestor público paga por unos ladrillos el 58% más de su precio es mala gestión. Si paga en salarios el 58% más que fuera del sector público también es mala gestión.

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Alguien podría pensar que para eliminar la brecha lo que se debe hacer es subir los precios de los trabajadores privados en vez de bajar o congelar los sueldos públicos. No puede ser. Los salarios privados son reales, los públicos no. Los salarios privados los determina el mercado, o sea la oferta y la demanda, más el número de zapatos, bicicletas o hipotecas que puede vender con un beneficio cada empresa. Los salarios públicos pueden ser irreales porque los determina el gobierno firmando un papel y los financia firmando otro papel indicando los impuestos que todos debemos pagar.

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Lógicamente no se puede pedir a los empleados públicos que saluden con entusiasmo la necesidad de eliminar por lo bajo la brecha salarial con el sector privado, pero a los gobernantes no sólo se les debe recordar que hay que acabar con esta brecha sino que se les tiene que exigir. Esta brecha salarial va haciendo insostenible el estado del bienestar, porque empieza a ser impagable. Los asfixiantes impuestos de los trabajadores privados no van a Sanidad y Educación, van a pagar la brecha salarial. Cuando se pregunta de dónde se puede recortar gasto público, el capítulo más importante son los gastos de personal. Desde luego habría muchos otros gastos que habría que eliminar antes, pero el elefante sentado en el sofá son los gastos de personal.

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La diferencia entre los salarios públicos y los privados resulta bastante expresiva del desequilibro existente y la mala gestión continuada del sector público por parte de los políticos. Si los empleados públicos se creen que están mal, que piensen en cómo estarán los demás. Existe por otro lado otro indicador evidente de la insostenible brecha entre el sector público y el privado que es el número de personas que se presentan para conseguir un empleo público en cada oposición. El discurso de las penurias que pasan los funcionarios casa mal con las multitudes que se agolpan para conseguir un puesto de funcionario en cada oposición, buscando más seguridad, más salario y menos horas de trabajo.

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Igualar los salarios públicos y privados es una cuestión de justicia, pero también de sostenibilidad. Los gastos de personal del estado se comen el resto del presupuesto y los salarios de todas las personas que no trabajan para el estado. Los costes salariales del sector público son un lastre creciente que ya no se va a poder soportar. Y entonces sí que se va a poner en riesgo la economía, la Educación y la Sanidad. El día en que los salarios del sector público revienten al sector privado, por otro lado, los empleados públicos descubrirán cómo  con el sector privado estrangulado su masa salarial ya no se puede pagar.

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3 respuestas

  1. Los 3.500.000 funcis votan como los 10.000.000 de jubilados ¡Ahí está el problema!

    Durante los años 60 la pirámide de población indicaba que la mayoría de la población tenía menos de 40 años, los políticos de entonces aplicaron todas las ayudas sociales a ese sector de la población (becas, alquileres bajos para estudiantes etc etc) Hoy en día la pirámide de edad indica que la mayor parte de la población tiene mas de 60 años por lo tanto toda las ayudas sociales van para ellos porque votan. El próximo año es año electoral y de los gordos (municipales, regionales y gobierno central) les aseguro que tal y como van las encuestas van aprobar una subida de pensiones totalmente fuera de cualquier lógica que no sea electoral

    El derecho al voto debería de estar restringido por edades y por cantidad de impuestos pagados, ya verían como muchos pobres espabilarían un rato que ya está bien de aguantarlos con sus exigencias de “justicia social”

    Espero una revolución pero no “progresista” sino de “fachas”

  2. ¿Y que importancia tiene esa subida a los funcionarios comparada con el pastón que va al Ministerio de Igualdad o a los sueldazos vitalicios de las decenas de miles de “políticos”, incluyendo asesores, secretarías, subsecretarías, secretarías de secretarías, expertos, secretarías de expertos………..Y un sin fin de vagos que no trabajan y su única misión es jibarnos la vida de forma oficial y obligatoria.
    Dejemos de criticar los sueldos de los que trabajan y fijémonos en los sueldos de los que no trabajan (o peor aún, trabajan en nuestra contra.

  3. ¿Qué les habñia dicho? Subida de pensiones para este año del 8.5% ¡Ole ole y olé!
    Cuando lleguen las lágrimas acuérdense de este bonito día

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