Alberto Núñez Feijóo se propone rematar una semana maravillosa para el centro derecha acudiendo a la gala de los Goya que se celebra este fin de semana. El líder del PP no sólo ha confirmado su asistencia sino que ha hecho una declaración pública exaltando al cine y los profesionales del cine español. Lo ha hecho además equivocándose y confundiendo los Goya con los Oscar. Ni siquiera el mal lo ha hecho bien y toda la izquierda, como no puede ser menos, se ha mofado de él. Tampoco pasa nada, que se lo tome como un calentamiento de todo lo que durante la gala le puede caer.
Nuevo ridículo de Feijóo: Alaba el cine español y confunde los Goya con los Oscar pic.twitter.com/GbExR4Spjv
— El Plural (@El_Plural) February 9, 2023
Por otro lado, confundir los Oscar con los Goya es lo menos ridículo de la declaración de Feijóo. Mucho más ridículo es hablar del orgullo que siente por el gran momento que atraviesa el cine español. Ciertamente en 2022 ha crecido la recaudación y el número de espectadores respecto a 2021, año en que todavía no se había regresado a la plena normalidad tras la pandemia, pero las cifras de 2022 quedan lejos de las de 2019 tanto en espectadores como en recaudación. De los 16 millones de espectadores de 2019 se ha pasado a 13 en 2022, y de los 96 millones de recaudación de 2019 a los 80 de 2020.
El #cine español ha seguido sin levantar cabeza en 2022. Prácticamente, sólo Santiago Segura y Tadeo Jones logran seducir al público https://t.co/elOso0qlDH pic.twitter.com/ZZzqZk0ke3
— Juan Luis Sánchez (@cinedeterror) December 29, 2022
Los microdatos todavía son más sangrantes si tenemos en cuenta que las cifras del cine español en 2022, aunque malas, se sustentan en unas pocas películas que por otro lado son precisamente las que escapan a la mafia y el comisariado ideológico de los Goya que tanto enorgullece a Feijóo. La recaudación del cine español sería ridícula si no fuera por Santiago Segura y su película Padre no hay más que uno 3, con 2,7 millones de espectadores y 15,6 millones de recaudación, o por los 2 millones de espectadores de Tadeo Jones 3. Tras ellas Los renglones torcidos de Dios, adaptación de la novela de Torcuato Luca de Tena, y El cuarto pasajero, de Álex de la Iglesia, tras ellas vacío y desolación.
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No exagerábamos en absoluto al hablar de la mafia dirigente y el comisariado político del cine español, o si lo prefieren del divorcio absoluto entre lo que la gente ve y lo que premia el politburó del cine español que tanto encandila a Feijóo. Las cinco nominadas a la mejor película en los Goya son As bestas, Alcarràs, Modelo 77, Cinco lobitos y La maternal, ninguna figura entre las cinco películas españolas más vistas de 2022.
El elitismo progre de Feijóo: a la protesta de Cibeles no, pero a la gala de los Goya sí…. https://t.co/tZUDCYAHug
— Eliana Palacios (@epalbornoz) February 7, 2023
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Seríamos sin embargo muy condescendientes limitándonos a decir que Feijóo hace el ridículo acudiendo a la gala de los Goya o postrándose con sus declaraciones ante la dirigencia política del cine español. Confundir los Goya con los Oscar es un lapsus, pero postrarse ante la generalidad de los cineastas españoles es un error imperdonable. La maquinaria política que controla el cine español se dedica sistemáticamente a combatir todo aquello en lo que cree el electorado de Núñez Feijóo. No sólo eso, esa maquinaria sistemáticamente caricaturiza, insulta, denigra y deshumaniza al tipo de personas que constituyen la gran masa de votantes potenciales de Feijóo. Puede que todas esas personas y sus valores merezcan ser representadas y lideradas por alguien mejor que Feijóo. Si esas personas deciden que merecen eso el día que vayan a votar, puede tener un problema Feijóo. Que por lo menos sea prudente y no se quede a ninguna fiesta tras la gala, no sea que ocurra como en los recientes premios Feroz.
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