Es difícil seleccionar cada día las noticias que afectan a la corrupción del PSOE por su cantidad y gravedad. Por su gravedad, peor que las informaciones sobre los casos de corrupción son las medidas que cocina el gobierno para salvar a sus corruptos. Es decir, tenemos un gobierno que actúa de inmediato ante los casos de corrupción, pero no para perseguirlos sino para blindar y salvar a sus corruptos. Naturalmente es mucho peor y más grave esto que la propia corrupción. No se puede poner al gobierno al margen de la ley sin dar un golpe de estado blando. Blando por decir algo.
Contra lo que predica la izquierda, corruptos puede haber en todas partes, porque la naturaleza humana es falible e imperfecta. Otra cosa es cómo reacciona cada gobierno ante sus casos de corrupción. Asegura el PSOE que ha actuado de forma inmediata y contundente ante los casos de corrupción, pero no lo ha hecho en la buena dirección. Ha actuado de forma inmediata para perseguir a los denunciantes de la corrupción, no ha cesado a sus corruptos hasta que ha sido irremediable, meses y meses después de que se publicaran informaciones sobre sus casos de corrupción, una vez cesados ha intentado usarlos como cortafuegos y ha actuado con contundencia pero para intentar salvarlos. Lo lógico ante los casos de corrupción es que el gobierno, en todo caso, promoviera reformas para intentar que no se repitan en el futuro. Por el contrario, este gobierno promueve reformas para garantizar la impunidad de los corruptos. ¿Cómo se explica eso?
La única lógica que puede tener el modificar las leyes que haga falta para salvar a tus corruptos es comprar su silencio. No hables que te vamos a salvar. Y efectivamente, Koldo, Abalos y Cerdán han decidido no hablar. Pero entonces esto nos lleva inmediatamente a la pregunta de qué tienen que callar Koldo, Abalos y Cerdán. ¿Por qué vale tanto su silencio? ¿Qué es lo que saben que el gobierno está dispuesto a hacer lo que sea y cambiar las leyes que haga falta para salvarlos?
Si Koldo, Abalos y Cerdán tienen información que puede implicar a Sánchez, todo tiene sentido. Si Koldo, Abalos y Cerdán no tienen información que pueda implicar a Sánchez, nada tiene sentido. ¿Cuál es entonces la explicación más lógica a lo que esta sucediendo? Todos los casos que se acumulan alrededor de Sánchez, implicando a sus familiares o sus subordinados, bastan para extender sobre Sánchez la sombra de la sospecha, aunque Sánchez estuviera reaccionando de forma impeclable. Pero Sánchez no está actuando de forma impecable, sino que está cargando contra la Guardia Civil, cargando contra los jueces, cargando contra los periodistas, encargando a sus cloacas informes para chantajear a jueces y policías, y promoviendo todas las reformas legales necesarias para que no sean los jueces sino la Fiscalía General (bajo sus órdenes) quien pueda encargar o no encargar informes a la UCO, para poder nombrar jueces por criterios subjetivos esquivando el nombramiento objetivo por oposición, y para quitar valor a las grabaciones de delitos como las que ahora acorralan a Koldo, Abalos o Cerdán. ¿Se están llevando a cabo todas estas medidas para salvar a Koldo, Abalos y Cerdán? No, se están llevando a cabo para salvar a Sánchez.
Sánchez se mantiene en el poder para salvarse a sí mismo, o al menos actúa como si así fuera, con todo el peligro que tiene alguien en el poder dispuesto a lo que sea para salvarse a sí mismo de diversos casos de corrupción. ¿Hasta dónde está dispuesto a llegar Sánchez? La pregunta está mal planteada porque no es Sánchez el que contempla ningún límite. No hay ningún extremo al que no esté dispuesto a llegar. La cuestión es por tanto si es el estado de derecho el que aún tiene alguna capacidad para marcar algún límite más allá del que Sánchez no pueda llegar.
