La diplomacia marroquí, o sea Mohamed VI, ha decidido animar la actualidad con una declaración ante la ONU en relación a las penúltimas muertes de inmigrantes que tuvieron lugar en el lado marroquí de la valla de Melilla, allá por el mes de junio y a manos de la policía de ese país, tratando de evitar una nueva avalancha humana sobre la frontera española.
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En su declaración, Marruecos afirma que “no cuenta con fronteras terrestres con España”, que es “inexacta” la consideración de frontera “hispano-marroquí” y que Ceuta y Melilla sólo son un “presidio ocupado”, por lo que no se puede hablar de verdaderas fronteras sino de “simples puntos de paso“.
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Marruecos dice que no tiene 'fronteras terrestres' con España y define Ceuta y Melilla como 'presidios ocupados' https://t.co/xfk9EFKHAv a través de @publico_es
— Envidia (@envidiadela) October 13, 2022
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La palabra presidio tiene una doble acepción. Por un lado es una prisión, que es la acepción más común en la actualidad, pero presidio también es una fortaleza militar con una guarnición. Efectivamente en Ceuta y Melilla hay guarniciones militares y Ceuta y Melilla en buena medida son, desde tiempos remotos, plazas fuertes destinadas a frenar los ataques en territorio peninsular desde la otra orilla del Mediterráneo. Sobre lo que no cabe ninguna duda es de que Ceuta y Melilla son muy anteriores al reino de Marruecos. Es decir, esas plazas primero han sido territorio de Cartago, de Roma, de los visigodos y finalmente de España, mucho antes de que existiera el propio Marruecos. Si Marruecos fuera Mordor, Ceuta y Melilla en El Señor de los Anillos serían algo así como Osgiliath. Ceuta y Melilla sólo son otra cosa que España en la cabeza de Marruecos o en la de algún descabezado.
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Por lo que respecta a la acepción de presidio como prisión, lo cierto es que ese nombre le encaja más a todo lo que rodea a las ciudades autónomas españolas. Es decir, donde acaba la libertad es donde empieza Marruecos. Donde acaba España, empieza el presidio.
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Las declaraciones de Marruecos, no obstante, lo que suscitan es la pregunta de a cambio de qué Pedro Sánchez torció de un día para otro la postura de España respecto al Sahara, sin consultarlo con nadie, sin consensuarlo con nadie, por su sóla voluntad, enfrentándonos con Argelia en un momento en que si algo no podíamos hacer a causa de la guerra con Rusia era generar un problema con el gas que llega de Argel. Ya está claro que a cambio de que Marruecos suavizara su posición respecto a Ceuta y Melilla no fue.
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¿Y a cambio de qué sí fue? Pues o pensamos que fue precisamente para lo que da origen a esta declaración, para que la policía marroquí se manchara las manos de sangre en vez del PSOE frenando las avalanchas de ilegales, o tenemos que pensar cosas raras de teléfonos raros, o tenemos que pensar que Pedro Sánchez es bobo. En realidad lo de que es bobo sería la opción más piadosa porque las otras dos son que Marruecos tiene algo muy sucio con lo que chantajearle, o que el PSOE ha comprado de la policía marroquí toda la violencia que no se atrevería a ordenar que desplegara contra los inmigrantes la policía española. Nos queda por tanto llegar a la conclusión de que Pedro Sánchez es bobo, pero no por falta de respeto sino por mera eliminación.
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Un comentario
La prensa francesa publicó que la esposa de Pedro Sánchez tiene negocios corruptos en Marruecos