Carlos Sánchez-Marco prosigue hoy una serie de seis artículos sobre la Lengua en Navarra:
¿Vasco o vascuence?
¿Debemos decir "vasco" o "vascuence"?. ¿Lo debemos escribir con "v" o con "b"?.
El nacionalismo vasco ha sido incapaz de zanjar la cuestion sin caer en el ridículo. Si solicita de la Real Academia de la Lengua Vasca que justifique que "vasco" se deba escribir con "b", la Real Academia deberá entonces cambiar los rótulos y logotipos que ha venido utilizando desde su fundación en octubre de 1919. Y el Partido Nacionalista Vasco, el PNV, deberá entonces escribirse PNB – como el Producto Nacional Bruto, me indicaba en 1992 mi compañero de estudios en Deusto, el vicelendakari José Javier García Egocheaga – y tanto la Real Academia como el PNV estarían diciéndonos que se habían equivocado durante más de 100 años usando la "v".
Así que como no se pudo zanjar sobre si es la "b" o la "v" la que debía usarse, la opción que adoptó el nacionalismo vasco es sencilla. Reacondicionar una palabra vascuence para hacerla de uso cotidiano actual (euskera, euskaldun, euskotren, euskaltelevista …) y tratar de llevar hacia el desuso y el olvido social las antiquísimas palabras romance "vasco", "vascuence" o "vascongadas", por estar "contaminadas" por la lengua española. Pero en todo ello es admirable lo bien que saben hacer las cosas los nacionalistas vascos. Este asunto no solamente no les ha hecho caer en el ridículo, sino que incluso han conseguido poco a poco, muy sutilmente, muy calladamente, que prácticamente toda la población – en las Vascongadas y fuera de ellas – adopte el nuevo vocabulario del "eusko". Esta docilidad de la ciudadanía indica claramente que los temas de lingüística realmente acomplejan a la gente, y no menos a los políticos.
A finales del año 2006 me decía una joven de unos 18 años en un pequeño pueblo cerca de Lesaca, en el norte de Navarra, que no se debía decir "vascuence", que eso se decía en la época de sus abuelos, cuando se tenía "vergüensa" de hablar su lengua. Que sus abuelos tenían vergüensa, pero que ella tenía ahora orgullo de hablar "euskera". A lo que no me pude resistir decirle, con un poco de humor, que siendo mi abuelo de Tudela también debía de haber tenido vergüenza cuando hablaba en Pamplona. Ella me dijo que si mi abuelo no hablaba euskera, ¿de qué tenía vergüensa entonces?. Pues de no ser de "la capital", de tener un acento rural, le dije. Y eso mismo pasaba en las Vascongadas. No era por hablar vascuence, era por denotar un origen rural. O sea que no creo que se discriminara a nuestros abuelos por la lengua que empleaban, sino por seguir todavía adscritos a un medio rural que se suponía más atrasado cultural y económicamente.
Según Caro Baroja, los nativos siempre utilizaron "basquenz" o "vascuence" por influencia romance. Esta voz es herencia directa del latín "vasconice", adverbio de "vasconicus". Mientras que el vocablo usado en el Fuero General de Navarra, "vascongado o bascongado", viene de otro vocablo latino "vasconicatus". Estas dos palabras "basquenz" y "bascongado" (vasconizado) tienen un claro significado lingüístico, mientras que en tiempos anteriores la palabra "vascon" tenía un sentido étnico y gentilicio, no lingüístico. Es decir, sería lo más correcto, y también lo más acorde con la práctica tradicional del uso popular, decir: "he nacido en territorio vascongado", "soy vasco" y "hablo vascuence".
La cita más antigua de "vascon" es del poeta y político Silio Itálico (25-101 d.C.), por los naturales de la vasconia gala (wasconia > guasconia > gascuña). Derivado del anterior es "vasco" o natural del norte de los Pirineos. El Códice Calixtiniano sitúa a los "bascli" en la vertiente norte de los Pirineos, mientras que en la vertiente sur están los "navarri". Desde entonces, como apunta Jimeno Jurío, el territorio vasco septentrional será "tierra de bascos".
El término "euskera" designa el habla vascuence y existen citas en documentos históricos, aunque el uso generalizado ha ocurrido recientemente con la introducción del "batúa" y la dificultad encontrada por el PNV para utilizar la palabra "basco" con "b". La primera referencia documentada en que aparece este término en la historia es en la "variedad dialectal" roncalesa de "uskara". Así, el geógrafo musulmán Al-Udrí del siglo XI, recoge en la zona de Huesca una tradición oral según la cual, hacia el año 797, Bahlul ibn Marzuq libró de un tirano a la ciudad de Huesca. Éste era hijo de Marzuq ibn Uskara.
Carlos Sánchez-Marco
Artículos anteriores:
1. el nacionalismo lingüístico
2. una cultura histórica politizada