Para mas cachondeo general tenemos ahora que sufrir sus declaraciones, victimistas, y contradictorias.
Dice Txentxo, en una hermosa y humana entrevista que Diario de Noticias le brinda, que siempre se ha cogido vacaciones en los meses -Enero, Julio y Agosto- en los que el Parlamento tiene como período inhábil: "Lo lógico es coger las vacaciones en ese periodo, como he hecho siempre". Tres líneas después dice lo siguiente: "es falso que yo tenga esos tres meses de vacaciones". Se contradice el solito, pero se queda tan ancho. Parece poco sensato pensar que un trabajador esté haciendo su trabajo cuando su empresa está de vacaciones y que esté de vacaciones cuando su empresa trabaja. Cualquiera en su sano juicio sabe que eso es un privilegio, que quizá se lo puede tomar un empresario, pero que además no se lo suelen tomar ni los empresarios.
Lo que parece claro es que los parlamentarios se quieren parecer cada vez mas a los empresarios, sobre todo en el sueldo y en las vacaciones. La diferencia es que el empresario vive de su trabajo, su dinero y su empresa; el parlamentario cobra de nuestros impuestos y está ahí, no por méritos propios -a la vista está- sino por la voluntad de los ciudadanos.
Sostiene Txentxo que los argumentos que se han usado contra él “son verdad y van en contra del concepto de poliética”. Pero después recula y apostilla que la poliética es también que Txento “pueda seguir haciendo las cosas que ha hecho siempre y que su vida personal pueda ser normal”. Por lo visto considera normal que con 3 meses de vacaciones…necesite un periodo adicional para irse al Himalaya. Es la poliética: ética con muchas caras.
Txentxo se lo dice todo, no necesita que nadie diga nada mas. Bueno, se lo dice casi todo. Porque en lo tocante a su responsabilidad y dimisión les pasa el muerto a los de Aralar y sostiene: "les corresponde a ellos tener las manos libres para buscar la mejor salida a esta situación". Ah ya entiendo, resulta que éste señor, tan poliético él, pasa de dimitir a pesar de reconocer que lo que ha hecho no es ético. ¿Quizá 50.000 euros merezcan ese sacrificio ético?.
Para terminar, en éste escaparate poliético-patético nabaiesco no olvidemos que Pachi Zabaleta pidió un aplazamiento del pleno por la ausencia de Txentxo. ¿Como se puede tener tanta cara como para pedir que el trabajo parlamentario pare por que un parlamentario está de vacaciones? Que desprecio hacia los ciudadanos y hacia el Parlamento.
Y es que en Nabai la ética, ética a secas, no parece uno de sus puntos fuertes.
Jesús Garrido