Efectivamente, si uno hace un poco de memoria, recuerda que si Juan José Ibarretxe ha sido lehendakari la última legislatura ha sido solamente porque una parte de los diputados del Partido Comunista de las Tierras Vascas, ahora ilegalizado, votó a favor de su investidura. Luego tienen razón, sin el apoyo de ETA no pueden gobernar. La pregunta que viene a continuación es evidente: si no pueden gobernar sin ETA, ¿cómo van a luchar contra ETA? Sin duda esto es aterrador, pero explica muchas de las cosas que pasan en el País Vasco.
Naturalmente, un gobierno que no puede gobernar sin el apoyo de una banda terrorista y su apéndice paramilitar, no puede ser un gobierno democrático. Hemos hecho como que lo era pero no, es de sentido común. A pesar de todo, la ilegalización de las siglas filoetarras se produjo con anterioridad a la votación, por lo que los votantes de esas siglas hubieran podido votar cualquier otra sigla independentista no violenta para evitar una mayoría no nacionalista. Prefirieron votar nulo, hicieron su elección. Nadie dijo que fueran unos genios.