profesional de las mujeres directivas" en el que se confirmaba que más del 30% de las
"madres ejecutivas" volvía a ocuparse del hogar en exclusiva y abandonaba sus trabajos
remunerados por recuperar la dedicación a sus hijos, a sus familias. Y seguí leyendo y me
encontré con que seis de cada diez europeas cree que es mejor cuidar ellas directamente a
sus hijos y que para el 78% el marido no parece ser un lastre sino un miembro del equipo
familiar, y que son las "madres" las que están siendo más discriminadas en la sociedad
actual. Y la discriminación aumenta en proporción a su dedicación a la maternidad.
Es habitual encontrar en los medios noticias sobre mujeres y sobre madres. Madres que se
organizan para luchar contra las drogas, madres que se unen para objetar contra la
asignatura de Educación para la Ciudadanía, madres que exigen una Red de apoyo a la
maternidad en embarazos difíciles, mujeres que desean tener más hijos, madres que
proclaman el valor de educar en la lengua materna, madres que exigen respeto por la
lactancia natural, madres que incluso abogan por su derecho a educar en casa.
Empezamos a ver también a madres que planean contratar a otras madres,
intercambiándose el trabajo en el hogar, para tener el estatus de "madres trabajadoras",
el estatus y las prestaciones y el salario y las vacaciones y los derechos y las
pensiones… ¿Qué está pasando con las madres? ¿Es injusto que sólo se las tengan en
cuenta cuando son madres asalariadas? ¿No pagan también los impuestos las que trabajan
profesionalmente con su familia en el hogar? ¿Es que éstas no votan?
Hay mujeres que están actuando libremente, callada pero constantemente, como las
"exitosas" del estudio del IESE, que parecía que lo habían conseguido todo, pero que
vuelven con plenitud a lo fundamental cuando ven que sus familias lo merecen y lo
necesitan. Son mujeres que reivindican su derecho a dirigir el hogar y el cuidado de su
prole y lo hacen con todos sus curriculums vitae incorporados . Al actuar así no piden
perdón, no piden permiso, son libres y actúan. Eso es lo que queremos todas las mujeres
poder elegir.
Se hablaba en Navarra estos días de Empresas Familiarmente Responsables, se aplaudían y
elogiaban, pero mucho más importante me parece destacar a las Madres Socialmente
Responsables: las que tienen hijos y los educan, las que tienen dependientes y los
cuidan, las que trabajan en sus hogares 365 días al año sin vacaciones, ni días libres
por asuntos propios…. Son mujeres que saben que sin ellas, como la canción de Sabina,
la casa es una oficina o como mucho una embajada.