Al hilo de algunos artículos publicados en los últimos días sobre el afán recaudatorio y la subida efectiva de impuestos aprobada ayer por el Gobierno, no está de más caer en la cuenta de algún que otro detalle que aún hace más sangrante la situación actual.
Pienso principalmente en una serie de beneficios sociales que las clases medias –no me refiero a los ricos de solemnidad- no van ni a oler a lo largo de su “cómoda” vida.
A saber:
1º Acceso casi imposible a una vivienda de protección oficial. Consecuencia: cómprese usted un piso por módico precio en la urbe con una hipoteca impagable o bien, desplácese usted a alguna localidad próxima, con servicios limitados, donde podrá adquirir una vivienda con una hipoteca sólo casi impagable. El precio de su vivienda disminuirá proporcionalmente a la distancia de ésta a la ciudad y a la falta de servicios. Recuerde además que debe tener dos coches, porque lo más probable es que los horarios del bus comarcal-si es que existe- no coincidan ni con los suyos ni con los de su mujer.
2º Acceso imposible a plazas de guardería pública. Consecuencia: pague usted una guardería privada o busque servicio doméstico. Si tiene usted mucha suerte, puede que acceda a una de estas plazas públicas, pero su nivel de renta hará que pague como si fuera casi una privada.
3º No podrá tener acceso a la ayuda por madre trabajadora ni a la ayuda por nacimiento de hijo del Gobierno de Navarra.
4º Acceso limitado a ayudas para comedor, trasporte escolar…Y esto sin pensar demasiado.
El asunto es que mientras unos tienen VPO en la ciudad -y sólo necesitan un coche-, plaza en guardería pública y otras ayudas diversas, otros pagan una gran hipoteca, mas dos préstamos de coches, mas la guardería privada o servicio doméstico (increíble, pero también crean empleo, pagando lo correspondiente a la Seguridad Social por ese trabajador) y, por supuesto, no ven casi un euro en ayudas.
Está claro, las clases medias deben hacer frente a muchos más gastos, además de no recibir los mismos beneficios sociales que el resto y de aportar más dinero en impuestos. Y, sinceramente, el sistema de que el que más tenga que más pague no está mal, pero actualmente está desproporcionado.
Y no sólo esto…, es que a uno se le queda cara de idiota cuando le cuentan cosas como las siguientes…Este verano una amiga-de esas que en breve pasarán a engrosar la lista de “ricos”- buscaba empleada del hogar, para cuidar de sus hijos mientras ella va a trabajar. Entrevistó a cinco personas, dos de las cuales le pidieron que no les pagaran la Seguridad Social porque ya estaban cobrando el subsidio por desempleo, eso sí, querían que lo que esta amiga no se iba a gastar en Seguridad Social fuera aumentado en el sueldo. ¿No es esto fraude y chupar del bote, mientras que a otros les suben los impuestos para, supuestamente, pagar el paro y otros subsidios variados?
Otra de ellas acudió a la entrevista en un BMW rojo impecable, tenía un móvil de última generación e iba vestida a la última…y mi amiga pensaba: “Y yo que voy a trabajar en mi Corsa abollado y logré sacar mi birria de móvil después de suplicar en Movistar”. Y aún más…estando en paro ambos miembros de la familia, los del BMW se habían ido de vacaciones una semana al Mediterráneo…”Y yo todo el verano en Pamplona Beach, por si las moscas”.
¿diferencia de prioridades o les suben los impuestos a las clases medias para pagar los lujos-que ni ellos tienen- a otros que en teoría viven con menos recursos económicos..?
La nueva subida de impuestos vuelve a afectar de lleno a las clases medias y castiga el pequeño ahorro familiar, en vez de fomentarlo. Esta es la realidad que nos rodea, y los fraudes que se están permitiendo y que seguramente se conocen. Pero es más fácil subir los impuestos a los de siempre que investigar estos casos y promocionar el ahorro…
¡Pobres “ricos”, la que se les viene encima!
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Natalia Brice.