SE SIGUE HABLANDO DE DESLOCALIZACIÓN Dos noticias recientes volvían a sacar a la palestra la cuestión de la deslocalización en Navarra. Por una parte, la manifestación convocada por un sindicato en contra de la deslocalización y por otra la información publicada en este medio sobre la posición de la directiva de Volkswagen ante la situación en la planta navarra. Ante estas noticias y todas las pasadas en relación tanto a esta como otras plantas de empresas multinacionales en Navarra es difícil hacerse una idea clara de cuál es su verdadera situación, de las causas que la propician y del verdadero riesgo de que trasladen su producción a otros países. En cualquier caso, los mensajes confusos y difusos no son buenos ni positivos: basta recordar el posible efecto negativo que las expectativas (aunque no se correspondan con la realidad) pueden tener sobre el comportamiento de los agentes económicos, consumidores, empresas, etc. Pero lo que sí se transmite claramente es un verdadero clima de confrontación entre la directiva y los trabajadores, que no es en ningún caso positivo para el funcionamiento de la empresa. Esto se ve aun más enturbiado cuando se mezclan argumentos políticos que nada tienen que ver con criterios económicos. Sin entrar ahora en un debate sobre la deslocalización, sus causas o posibles actuaciones y sobre las que ya se ha escrito mucho, creo que en general es interesante, pero sobre todo necesario, reflexionar sobre el modelo de relaciones industriales en las empresas navarras. Es necesario un nuevo modelo de relaciones entre directivas y trabajadores en la que se pase de hablar de “negociación” a “cooperación” o “colaboración”. Se debe abandonar la idea, posiblemente anclada en modelos jerárquicos antiguos, de que los empleados trabajan “para” el jefe y entender que trabajan “con” el empresario. Para ello, tendrán que cambiar muchas cosas, empezando por la mentalidad, y la manera de entender la organización y la gestión de los recursos humanos por parte tanto de empresarios como de trabajadores. ¿Evitará esto que algunas plantas decidan trasladar su producción fuera de nuestra comunidad? Es difícil saberlo, pero seguro que el entramado industrial navarro en su conjunto se verá beneficiado en el largo plazo. Fernando San Miguel, economista