El caso es que no me imagino yo a un ayuntamiento navarro de progreso negando la licencia para levantar una ikastola a causa de que segrega a los alumnos por su lengua o su filiación nacionalista. Que supongo que es una forma de segregar como otra cualquiera. Incluso peligrosa, viendo también hoy cómo al menos a ciertos estudiantes de una determinada ikastola les hubiera venido bien salir de la burbuja y airear sus ideas. Excuso decir si además se planteara la posibilidad de excluir del concierto educativo a las ikastolas. Lo que, sin embargo, parecería ahora una represalia más que justificada por parte de aquellos partidarios de ofrecer como libre opción la posibilidad de una educación diferenciada.
Por no hablar del matrimonio homosexual o “matrimonio diferenciado”, que es la última gran cima del pensamiento progresista. ¿Hay que obligar a estudiar por su bien en colegios mixtos a los hijos educados en el seno de un matrimonio “segregado“ de sólo hombres o sólo mujeres? ¿Por qué el mismo principio que vale para el colegio no vale para el matrimonio? O sea, que es perjudicial para la niña ir a un colegio sólo de chicas pero luego vas y le clavas dos madres. Pues entonces viva el matrimonio mixto.
¿Todo es segregación? Entonces hay que acabar con la liga de fútbol masculina. Hay que imponer a Osasuna una cuota de mujeres del 50% y el que opine lo contrario es un machista, homófobo, genocida torturador y fascista. Y por tanto hay que obligarle. Esta es la forma habitual de razonar de la política “de progreso”. Queda prohibido pensar todo lo que no sea obligatorio pensar como Nafarroa Bai. Y como el PSN, que se está luciendo.
No sólo eso. Yo tampoco sé si en Ansoain hay un puticlub o no. Por tanto no puedo confirmar si se trata de otra localidad de progreso donde puede haber casas de putas pero no colegios de chicas. Pero a lo mejor había una forma sencilla de saberlo. Bastaría con avanzar apenas unas cuantas páginas más allá del artículo de Paula Kasares y Nekane Pérez hasta las páginas de “relax” del Diario de Noticias. Si hay un puticlub en Ansoain seguramente tendrán un anuncio en el diario de todos los navarros. Lo cual nos sitúa de nuevo en la paradoja. Si en una localidad de progreso puede haber locales dedicados a la prostitución femenina, pero no colegios de chicas, en un medio “de progreso” puede haber artículos supuestamente defendiendo a las mujeres al lado de anuncios donde la esclavitud sexual de las mujeres es negocio. Y no se despeinan ni el Diario de Noticias ni las señoras diputadas de Nabai. Que en lo que están es en impedir la libertad educativa del prójimo. Toma progreso.
Adolfo Pérez-Jacoiste.