soy el Consejero Nievas.
El Consejero nos mostró también una nueva "ley foral", cada vez mas característica del Gobierno de Miguel Sanz: la “vista gorda”. No la busquen en el BON, no aparece. El consejero no tiene margen –dice- para actuar de otra forma con los objetores, la ley le obliga a actuar como lo hace. Sin embargo no tiene problemas en hacer la vista gorda con la inspección, los colegios y el ideario. En ese aspecto lo tiene claro: la ley se la pasa por la vista gorda. A los colegios: vista gorda ante la ley, a los padres: el peso gordo de la ley. Sr. Perez-Nievas, Ud. es abogado y yo no, le pregunto: la vista gorda ¿no será un fraude de ley?. Gracias Sr. Pérez-Nievas, una vez mas, por hacer gala pública, sin rubor, de su incoherencia.
Vayamos con otro frente de la EpC en Navarra: si los fundadores de las ordenes religiosas que tienen en la educación su vocación levantasen la cabeza, huirían espantados de sus congregaciones. Es lastimosa y para mí, hoy, anti evangélica la actitud de algunas de esas ordenes religiosas, que han comenzado su deriva al sustituir el carisma del fundador por el proyecto empresarial y la Providencia por la ayuda pública. Cabe proyecto empresarial y carisma, pero no cabe sustituir uno por lo otro. Varias órdenes religiosas parecen haber optado en esta batalla de los derechos frente al adoctrinamiento: al lado del gobierno, al lado del erario público. Enfrentados a los padres y enfrentados a la propia Conferencia Episcopal, resultan motivo de escándalo, sin duda alguna, para propios y extraños de la Iglesia. ¿Dónde está la vocación de sus fundadores? A pesar que, como católico, me duela mucho expresarme así, quiero decirles a los miembros de la FERE que, desgraciadamente, la “vista gorda” siempre se llevó muy bien con la “perra gorda” y nunca fue muy evangélico. Si la postura de la FERE hubiera sido de oposición a EpC las cosas serían ahora de otro modo. Hoy la FERE tiene sobre sus cabezas la espada de Damocles, la espada de la inspección. ¿Caerá?
Para terminar: dice el Consejero que el curso se salda sin demasiadas quejas en cuanto a EpC. Enhorabuena para Ud. Sr, Consejero. Nos ha metido –de la mano de Miguel Sanz- en un buen fregado, a nosotros y a nuestras familias, pero no nos quejamos demasiado, no les damos demasiados problemas. Sólo somos tranquilos padres de familia. Como mucho, de prosa caliente, pero nada mas. De eso se valen Ud. y el Sr. Miguel Sanz. Otra cosa eran los objetores a la mili…eh? Quizá sea cuestión de enroscarnos la pañoleta palestina, y hacer algo mas de ruido. Seguro entonces que la gurú de Miguel Sanz nos tomaba por mas progres y el Presidente Foral cambiaba su talante frente al despectivo silencio con que responde a nuestros representantes legales. O quizá le seguiríamos importando un pito a Miguel Sanz.