En honor a la verdad

Es curioso que después de haber estado durante meses oyendo que el asunto del IVA de Volkswagen era un ataque al autogobierno, que con él el Estado había dejado de tomar en serio a Navarra, que se estaba atentando contra el Fuero o que estábamos ante una actuación inaceptable, desleal y torpe, ahora, cuando de manera inesperada se ha resuelto satisfactoriamente, salga el parlamentario Nuin diciendo que “no nos creíamos que estábamos en situación de riesgo porque creíamos que en esto había mucho de puesta en escena, de sainete y teatro”. Y no deja de ser sorprendente que el PSN-PSOE nos diga que “el Gobierno –el del PP- ha reconducido el conflicto que generó innecesariamente”, cuando es público y notorio que fue en la etapa del Gobierno socialista de Zapatero cuando se puso en cuestión el sistema aceptado y acordado desde 1994 para comercializar los coches fabricados en Volkswagen y fue entonces, en 2011, cuando la Agencia Tributaria levantó un acta de inspección en la que se decía que la intervención de VAESA (la empresa domiciliada en Barcelona que exportaba los coches) era innecesaria y artificiosa, por lo que ésta no tenía derecho a la devolución del IVA soportado, se establecía que quien verdaderamente exportaba era VW Navarra, SA (VONASA) y se concluía diciendo que era la Hacienda Foral la que debía soportar dicha devolución, por lo que Navarra tenía que pagar 1.513 millones, correspondientes a los años 2007 a 2011.

Y, después del vodevil que hemos presenciado en los últimos meses, en el que ha habido tantos pronunciamientos altisonantes y se nos ha mareado con cifras: 1.513, 100 u 870, como los millones de euros que la Hacienda Foral adeudaba al Estado, ahora, cuando se ha alcanzado un acuerdo que en palabras del profesor Simón Acosta ha sido “extraordinariamente beneficioso para los navarros”, son muchos los que pretenden colocarse la medalla del éxito porque, ya se sabe, y como dijo J.F. Kennedy: “la victoria tiene un centenar de padres, pero la derrota es huérfana”.

Y, curiosamente, en todos estos días del que menos se le ha hablado y al que poco se le ha agradecido ha sido al auténtico artífice de este logro, que no es otro que el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, que es el que ha dado con la solución y, mediante la creación de una disposición adicional al Convenio Económico, ha conseguido que el Estado no reclame cantidad alguna a Navarra y renuncie al recurso que tenia interpuesto ante el Tribunal Supremo.

Es de justicia decir que Montoro cuando llegó al Ministerio, en diciembre de 2011, se encontró este problema que, como dijo, procedía de “la famosa herencia” -¡uno más!-, y que en todo este tiempo siempre ha demostrado su firme voluntad de entendimiento con Navarra. Lo demostró en 2012 cuando dentro del marco del Convenio Económico pactó que en los años 2012, 2013 y 2014, en vez de los 400 o 500 millones al año que Navarra tendría que abonar en función del número de coches exportados por VW, solo pagaría 25 millones anuales. Y lo ha demostrado ahora con relación a los años 2007 a 2011 para lo cual, de manera callada, ha tenido que realizar un autentico encaje de bolillos, negociando a dos bandas, con políticos y con técnicos, para desenredar el problema y, con un trabajo serio y riguroso, ha logrado solventar un conflicto que en estas páginas ha sido calificado como “cualitativamente el más importante de la historia de Navarra”.

Durante el tiempo que ha durado este litigio Montoro le ha dicho a todo aquel que le quería oír que su Ministerio no tenía ningún enfrentamiento con el Gobierno de Navarra, que no había ningún tipo de apremio ni imputación a la Hacienda Foral y que el tema del IVA de VW, como todos los asuntos de Navarra, se estaba abordando con tranquilidad y, lo más importante, que se iba a resolver bien.

Así ha sido. Él ha encontrado la fórmula con la que han desaparecido los nubarrones y se ha despejado el horizonte económico de nuestra Comunidad Foral. Por eso, es de justicia que se le reconozca el papel fundamental que ha tenido en todo este asunto. A Montoro lo que es de Montoro y a Dios lo que es de Dios.

José Ignacio Palacios Zuasti

Senador por Navarra (PP)

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