Por la primera, los padres tenemos que estar enamorados de todo o bueno y bello, para luego razonarlo con los hijos, con los que se puede hablar de todo sin que haya temas tabú.
Los padres tan tolerantes que toleran lo que es bueno en vez de quererlo, no son buenos educadores. La tolerancia, de ejercerla, se dirige siempre a lo malo o deficiente. Otra cosa siembra indiferentismo.
Es necesario que los padres, por ser los primeros y principales responsables de la educación de sus hijos, estén presentes de forma oportuna en todos los ámbitos donde se educa: la escuela, Internet, y la pandilla de amigos.
Es muy bueno dedicar tiempo a los hijos pequeños así como a los mayores, pues el cariño surge con el roce. El amor nos hará no ocultar la verdad, y decirla oportunamente y bien dicha. Aunque parezca que no, siempre queda como punto de referencia.
El quinto consejo de Benigno Blanco es que no permitamos que la escuela transmita a nuestros hijos contenidos contrarios al patrimonio familiar. Hoy, el derecho de los padres y los hijos se vulnera gravemente en la asignatura llamada “Educación para la Ciudadanía”, pero también en los once primeros artículos de la Ley del aborto preparada por el PSOE, al hablar eufemísticamente de los derechos a la salud sexual y reproductiva, lo que afectará a la escuela y al mundo de la sanidad.
Estos cinco consejos tienen un corolario, y es que los padres tenemos que tener mucha paciencia. Educar no es difícil pero, eso sí, exige querer a los hijos y estar muy presentes en su caminar en la vida, que tendrá diversas maneras hasta que uno deje de ejercer aquí de padre por la muerte. Educar implica ser la instancia sonriente de la retaguardia de nuestros hijos y estar siempre disponibles para ellos.
Muchas gracias, don Benigno. Gracias también al Foro Español de la Familia del que es presidente, y a CONCAPA-Navarra por organizar esta charla práctica para padres este jueves 4 de junio, en estos días de la Familia.
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José Fermín Garralda Arizcun