Como harto sabemos Educación para la Ciudadanía forma parte de una Ley Orgánica y su contenido mínimo está claramente definido por un Real Decreto. Éste obliga a todas las comunidades autónomas a impartir esos contenidos mínimos en TODOS los centros por imperativo legal. Al hablar de contenidos mínimos nos referimos a que el Gobierno ya establece el contenido moral e ideológico de los textos que van a llegar a los niños.
Se da la circunstancia de que al hablar de un Real Decreto modificar el contenido mínimo curricular es ilegal. Sin embargo los religiosos de la enseñanza dicen de que tienen una carta en la que les dan "permiso" para ello. Se impartiría entonces el contenido “puro y duro” del gobierno socialista en los colegios públicos y el contenido “revisado” en los colegios religiosos.
Como padre y católico la actitud de los religiosos docentes me da pie a la siguiente reflexión:
Los religiosos de la enseñanza se benefician de una situación de privilegio -creada por una presunta exención a la norma- para crear una situación de agravio comparativo al resto de los niños navarros; chicos y chicas que no podrán beneficiarse de esa modificación de contenidos por asistir a centros públicos. Esa situación de insolidaridad, se da por la NO RENUNCIA de los religiosos a un privilegio insolidario e ilegal y me lleva a la conclusión de que éstos centros católicos TRAICIONAN los principios evangélicos de sus fundadores. Es penosa su pedagogía de la doble moral. Me recuerda una película titulada "Coge el dinero y calla".
Los centros religiosos deberían denunciar y renunciar a esa situación de vergonzoso privilegio. Privilegio que imagino perfectamente orquestado por el Gobierno; orquestado como medida que sofoque la rebelión en los colegios religiosos: ¿para que objetar si podemos adaptar la asignatura?.
En Navarra percibimos una corriente, discreta pero persistente, decidida en poner cerco a lo religioso en la vida pública. La mayor parte de las veces pensada deliberadamente desde entornos políticos. Pero, como católico comprometido, lo que nunca imaginé es que las órdenes religiosas iban a optar por ser cómplices pasivos ante esa corriente. ¿Que podría hacer el Estado si los colegios religiosos optaran por oponerse a EpC? Seguro que sería mas fácil llegar a un acuerdo sobre la asignatura. Pero el gobierno los tiene cogidos por la bolsa. Que la EpC salga adelante será en gran medida debido a que los religiosos de la enseñanza sean sumisos. Es triste llegar a decir esto, pero como católico es mas triste descubrir que las ordenes religiosas, con su sumisión, dejan a los niños de la escuela pública en una insolidaria soledad frente al adoctrinamiento del Estado.
Me ha pasmado el repudio de Miguel Sanz y UPN hacia los padres objetores, pero nunca habría esperado ese abandono de los religiosos hacia el propio espíritu de sus fundadores. ¿Renuncian los religiosos al testimonio de coherencia evangélica y unidad eclesial a la sociedad a cambio del pago de sus nóminas?
Pues recuerden: No se puede servir a Dios y al dinero.