Es un bonito espectáculo el que ofrece la unión de políticos progres y no progres cuando coinciden en defensa de la foralidad de nuestro Reino. El mismo Tuñón ha querido ilustrar a los senadores de toda España contándoles cómo cuidaba los caminos nuestra Diputación allá por el siglo XVIII. Todos están de acuerdo (el PSOE lo acabará admitiendo un día de estos) en que Navarra recupere las competencias exclusivas sobre tráfico. Y por si cabía alguna duda hay un argumento tumbativo: "Fueron arrebatadas por el franquismo en 1959".
Hasta aquí la parte más sentimental y folclorica del asunto. ¿Supondrá algún cambio fundamental en nuestra vida cotidiana? ¿Habrá menos multas? ¿Aumentará la seguridad vial? ¿Empezaremos ahora en Navarra a conducir por la izquierda como los británicos? ¿Aumentarán los impuestos de los que no somos policías para pagar a los que son? Tengan ustedes en cuenta que a partir de ahora el metro de policía foral nos sale más caro al haber rebajado en cinco centímetros la estatura mínima. Con esa medida vamos a tener más boinas, pero en conjunto unos quince o veinte metros menos de poli.
Me parece estupendo que a estas alturas se mantenga todavía el espíritu de la reintegración foral. A ver si lo aplicamos también al trafico de las ideas.
Jerónimo Erro