Se acerca nuestro cuarto aniversario, pasito a pasito, y ya hasta el director del diario de algunos vizcaínos (y de ningún navarro) nos lee y nos glosa sin tapujos en su editorial. Utiliza para calificarnos, en plan faltón, una de las palabras talismán más demodés: "de ultraderecha". Y se le ve sonreir por encima del teclado igual que hacía Lex Luthor cuando extendía la criptonita contra el hombre de acero. Pero tendrá que intentarlo con otro pedrusco. A estas alturas de siglo la frontera ya no la marca el viejo esquema de derecha o izquierda -¿todavía no se ha enterado?- sino esa débil frontera que separa a los relativistas como él de los que todavía creemos en algo. El hecho de que él y su partido quieran tener la caja fuerte en Bilbao y no en Madrid no garantiza ni izquierdismo ni derechismo alguno. Estos problemas de reparto territorial son batallas gansteriles de relativa trascendencia. Lo que a nosotros, como a un gran número de familias navarras más nos preocupa es que el pacto entre UPN y PSN signifique más estatalismo y menos libertad. O que el aburrido duo teatral entre PP y PSOE signifique un deslizamiento permanente hacia el relativismo progre.
Además, ¿no habíamos quedado en que "eres lo que lees"? Pues cuidadín con este confidencial no se vaya Vd. a hacer de ultraderecha.
Jerónimo Erro