¿Y eso cómo se arregla? ¡Ay amigo! Si fuera cosa de añadir un rengloncito más a los presupuestos malditos… Supongo que el problema está en los fundamentos de todo. Y digo que falta autoridad aunque tal vez lo que tengamos sea un exceso de autoridad. O sea, que la autoridad se hace autoritaria y farisea cuando no le queda más herramienta que la pura legalidad. Por supuesto que ya no le respalda una sabiduría reconocida. Para eso hay que creer en Dios. Pero es que ya ni siquiera es la fuerza bruta lo que se impone, tal vez solo sea por un cierto pudor estético según el cual no hay nada más feo que un policía dándole a la porra. Así que en vez de porrazos prefieren aplastarnos con el peso de la ley. Un peso del que se libran siempre, por abajo y por arriba tanto los marginados como los privilegiados del sistema. Es la venganza del funcionario… ¿que no respetas mi autoridad por las buenas? ¿y que no puedo imponerme por la brava? Pues aquí tienes este formulario, y esta multa. Aquel viejo adagio de que la ignorancia de la ley no exime de su cumplimiento se inventó cuando todas las leyes cabían en un cuadernillo. Ahora es imposible para el súbdito de clase media cumplir con todas las leyes. Y eso es injusto.
Jerónimo Erro