Todos presumen de lo mismo: unión del PUEBLO navarro, HERRI batasuna, partido POPULAR, casas del PUEBLO del PSOE. Pero en realidad, popular, lo que se dice popular, queda poca cosa, las comidas y rondas coperas de las fiestas, las vaquillas, las romerías milenarias, las cuadrillas de amigos, la crítica a las novedades … y poco más. El acartonamiento general de toda la sociedad se hace cartón-piedra en el rostro de los políticos profesionales. No es popular que haya tantos abogados en los parlamentos. No es popular la forma en la que por unas y otras razones se ha llegado a complicar el desarrollo de actividades que antes eran populares. Ya no es popular el fútbol sino ver el fútbol. ¿Hay algo menos popular, en fin, que la burocracia racionalista que amarga la vida a los docentes, a los transportistas y a los comerciantes?… ¡Pues sí! Hay algo todavía peor y es la manera de hablar que tienen los autodenominados representantes del oprimido pueblo vasco. Es lo más antipopular que uno pueda imaginarse. ¿Qué persona normal, del pueblo de verdad, sabría explicar en lenguaje popular el significado de «amnistia», «normalización», «resolución del conflicto», «alto el fuego verificable», «contraprestación política», «hoja de ruta de pacificación»…?
Jerónimo Erro