Señores turistas: la pequeña política de este reino pirenaico no es lo que parece. No se fíen ustedes de las palabras. Porque ningún rótulo dice realmente lo que parece significar.
No diré nada sobre los que se hacen llamar “socialistas”, o “progresistas”. Es evidente que con ellos la “sociedad” no “progresa” mucho que digamos.
Pero hay más incoherencias léxicas. Los “nacionalistas”, por ejemplo, de quienes cabría esperar algo más de entusiasmo por unos “nacimientos” que nos harían crecer como “nación”, se presentan más dispuestos a acabar abortivamente con los niños no “nacidos” que a tomar medidas para fomentar la “natalidad” (y de paso la “navidad”) en las familias navarras.
Los otros, los que dicen unir al “pueblo” navarro ¿de qué hablan?. Pues lo que unen últimamente – mas que unir diría que “pegan”, hasta eliminar cualquier discrepancia o matíz- no es al “pueblo” sino a las “autoridades”.
Todos los “partidos” del “Parlamento” (en el que cada vez se “parla” menos, por cierto), por muy pequeños que sean, trabajan para ser cada vez menos “partidos” de manera que cada vez es más complicado “tomar partido”, con libertad de ánimo, en los mil asuntos de la política del día a día.
Incluso la “oposición” ya no se opone. Al menos eso piensa el mismísimo López Garrido cuando afirma que el PSN “condiciona” a UPN. De esa forma están eliminando lo único bueno que tenían los partidos: el pluralismo, y hasta me hacen sospechar si no será que en el fondo lo que añoran es el partido único.
En fin, no se cómo andará de presupuesto la Real Academia de la Lengua, pero si tienen un “puesto de mando avanzado”, que manden uno a Pamplona, por favor.
Jerónimo Erro