Lo de los nazifemiprogres de Navarra es admirable. Me refiero a esa coalición multipartita y contradictoria que mezcla mediorracistas supremacistas con antirracistas proinmigración; atávicos joaldunak con progres hollywoodienses; ecologistas ultrapacifistas con fríos pro-muerte; ingenuos creyentes esotéricos con ateos rabiosos; okupas anárquicos con comisarios supersoviéticos; meticulosos buscadores de huesos con destructores de testimonios históricos; feminazis antimachistas con malotes de la kale borroka. Resulta muy sorprendente la capacidad que tienen sus líderes para llegar a acuerdos puntuales, para amalgamar intereses tan diversos en torno a enemigos comunes como, por ejemplo, la Guardia Civil o el heteropatriarcado.
Acaban de celebrar en nuestro manifestódromo pamplonés una gran manifestación nazional (nacional española, claro) para pedir menos cárcel para la manada de Alsasua. Ahora reclaman otra gran manifa para exigir más cárcel para los de la otra manada. El caso es organizar manifas contra los jueces. ¿Qué será de nosotros el día en que los jueces dicten sentencia según sea la manifestación que vean en la calle? ¿Llegaremos a ver un día a la Justicia convertida en un reality, en plan «Operación Triunfo» en el que sean los mensajes enviados desde los móviles los que salven a unos o condenen a otros?
De todas formas, en relación con la puesta en libertad provisional de la manada depravada. A ver si se enteran las feministas: que la Justicia ya no está para castigar las guarrerías. Eso era antes, cuando se creía en el sexto mandamiento. Ahora los jueces se limitan a ver si hubo o no hubo consentimiento. Y les ha parecido que hubo. Aún así son 9 años de cárcel. ¿Qué más quieren? Si, ya lo sabemos, quieren acabar con el heteropatriarcado. Pero es que el heteropatriarcado era otra cosa bastante más decente. Si lo que quieren es acabar con las orgías y el desmadre manifiéstense delante del Diario de Noticias. Son ellos los que ganan dinero publicitándolas.