Los que por edad y espacio han conocido un mundo en que los niños sustituían al teléfono como recaderos naturales de cualquier adulto, no acaban de asumir que vivimos en una sociedad de porteros automáticos, mensajes sms y correos electronicos. Es muy cierto que todas esas maquinitas son como barreras que transmiten un mensaje enfriado o desvitaminado. Es verdaderamente una pena que perdamos la costumbre del diálogo cara a cara. Sin embargo pienso que todavía es posible alcanzar una síntesis para que el uso de los medios nuevos no se haga a costa de la vieja cortesía personal. Para que aprendamos a manejar los instrumentos electrónicos sin renunciar a las viejas conversaciones llenas de humanidad. Ojalá fueramos capaces de imitar, mirando a los ojos, a maestros roceros como Sanz, por ejemplo, siendo al mismo tiempo tan eficaces internautas como Cervera, por ejemplo. Seguro que unos y otros saberes, armonizados con prudencia, nos podrían llevar al punto medio que estamos buscando. Lo bueno de las nuevas tecnologías es que hay dónde elegir. Móvil para el tipo ribero. Internet para el montañés. Redes sociales para todos. Navarra, con su familiaridad tan abarcable, con su amor a la tradición y su afán aventurero, puede ofrecer al mundo una forma cada vez más humana de progreso. Ahí queda una sugerencia para la reflexión universitaria. Espero que encuentren algo de tiempo para ello los emboloñados estresados.

Jerónimo Erro