Y en cuanto a la propuesta de doña Yolanda de volver al pacto PP-UPN en las elecciones generales he de decir, a riesgo de ser malinterpretado, que lo que más me gusta del asunto es que si consigue salir adelante con este funambulismo político dejará descontentos tanto a Mariano como a Alfredo.
UPN se ha convertido de esta forma en un maldito partido bisagra y si todo sale como espera la presi estará con el PP en Madrid y con el PSOE en Pamplona. No creo que se lo perdonen ni los unos ni los otros. Tampoco se lo perdonarán algunos segundones que han quedado fuera de la foto. Pero lo cierto es que puestos a jugar a la politiquilla del centrismo radical el camino escogido por doña Yolanda parece el más inteligente. A ver si dura.