La actividad de Barclays en España se inició en 1974 pero sus hitos relevantes fueron 1982 con la compra de Banco Valladolid y sobre todo en 2003 con la adquisición del Zaragozano (décimo banco español). Su actividad desde entonces parece que ha tenido mas sombras que luces , y esto en lenguaje bancario significa muchas pérdidas. Desde 2008 el cambio de rumbo se hizo palpable a pesar de ser la la tónica en toda la banca española. Según fue evolucionando el proceso de crisis – Barclays España- empezó a transmitir a partir de 2009-2010 una fría indiferencia ante el incierto futuro de sus créditos . La toma de distancia con España empezó a ser patente y el estado anímico que perciben los clientes es « flema inglesa de noble arruinado ante una apuesta que sabe perdida de antemano que ni se molesta en mirar el resultado de los dados».
Sin nuevos negocios , cierres de oficinas , ERE´s espectaculares , la fusión España-Portugal dirigido por el equipo de Lisboa en vez de Madrid como era lo esperado y la prejubilación de la mayoría de los responsables que confiaban ciegamente en su banco (muchos de ellos provenientes del Banco Zaragozano ) dejó al Aguila Azul como un apéndice de la city londinense .
La inmensa mayoría de operaciones han sido estos últimos años autorizadas directamente por Londres aumentando la sensación de mera sucursal de provincias. Internamente desde 2011 se empezó a justificar la parálisis en la toma de decisiones en que «* Barclays se quiere ir de España» y «se ha provisionado el 100% de los créditos» . Frente a la versión oficial de futuro como entidad jibarizada y enfocada al segmento «premier» de rentas altas aparece con fuerza el rumor de que 2014 podría suponer la venta de la «licencia bancaria» y por tanto el final de la aventura de Barclays en España.