La víspera del Debate sobre el Estado de la Nación nos trae la píldora del día después. Ya estamos todos: el preservativo, el aborto provocado y la pildorita sin receta.

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¿Cómo podemos sobrevivir las familias españolas sin estos comunicados que las señoras ministras Jiménez y Aido se han visto "obligadas" a hacer?

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El argumento central es que esta píldora nos iguala pero nos iguala ¿a qué, a quién?.
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Soy madre de cuatro hijos, tres hijos y una hija, a los que educo con responsabilidad para que sus actos sean responsables y solidarios y lo más humanos posible. El póntelo-pónselo, el tómatela antes-después y en el medio. el aborta-que no es delito….. me parecen argumentos mezquinos e ignorantes propios de personas que no saben amar con libertad. Porque de eso se trata de ayudar a nuestros hijos a que colaboren en hacer un mundo más justo, dónde las personas sean respetadas y tratadas dignamente y no como borregos y no como objetos de usar y tirar.
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Estamos en plena crisis económica y algunos y algunas se empeñan en abocarnos también a una crisis mental, que nos adormezca de lo que verdaderamente es fundamental: la libertad de pensar.Y pensando y pensando… llego a la conclusión de que quizás el día después del Debate sobre el Estado de la Nación, nos anuncie que si nos tomamos alguna píldora lo veremos todo como un brote verde. Pero muchos y muchas sabemos que ni el condón, ni las bombas hormonales, ni el aborto inducido, tienen nada de ecológico, ni de natural y por eso protestamos: porque somos libres y pensamos antes y después.