No podemos cerrar los ojos a lo que depara el futuro a la vista del presente, tampoco tenemos porque ponernos alarmistas, tan solo tenemos que ser menos cerrados de mollera, más sensatos y ser capaces de hablar, que es así como se entiende la gente. Navarra necesita de todos los navarros, no solo de los de Unión del Pueblo Navarro, no solo de los navarros de derechas, necesita de los navarros de izquierdas, de los del centro, y de todos los lados que tengan claro que Navarra, que su tierra, que la de todos, merece seguir siendo la que es una Comunidad con su propia identidad, con su propia hegemonía y con su propia soberanía, no compartidas sino entre los navarros. Y digo bien, “COMPARTIDA” entre los navarros; podemos ponernos de acuerdo, debemos ponernos de acuerdo, si se trata de repartir cargos, no seamos “pegilgueros”, vamos a lo práctico y entendámonos entre aquellos que queremos que la Comunidad Foral siga siendo un referente de progreso económico, cultural y social, en la que demos entrada a las nuevas corrientes de inmigración en su medida justa, en la que llevemos adelante un liderazgo de bienestar que retraduce en “que aquí se vive mejor”. Para ello, socialistas, regionalistas, y tradicionalistas, deben unificar sus fuerzas en un frente común que bajo el interés unitario de la identidad Navarra, trabaje para impedir que ningún otro se haga con nuestro trabajo, con nuestros pueblos, con nuestra tierra, que nunca quedemos diluidos en otra Comunidad que bajo tricolores colores con una corta y apañada historia, pretende eliminar nuestras cadenas. Así que nos toca a todos “ponernos las pilas” y trabajar cara al futuro pensando en Navarra y dejando a un lado, sin olvidarse, los intereses partidistas, afrontar unidos el próximo curso electoral.