Se trata del gran dilema. ¿Será bueno o no?, ¿habrá otra solución, o por el contrario es la única posibilidad?. No es una fácil solución, sobretodo cuando no se tiene nada claro si con repetir las elecciones puede ponerse fin al dilema planteado para que Se forme gobierno en esta nuestra Comunidad Foral. Lanzarse a la aventura de gobernar en minoría, no parece viable ni de lejos, y menos cuando el peligro de ser expulsados del gobierno por los traidores a Navarra, esta en el candelero acechando, y dispuestos que a la primera de cambio, mediante una moción de censura aliados con los nacionalistas, cambien el timón y donde dije digo, diga Diego. Descartando por tanto esta posibilidad, y de igual manera descartada la posibilidad de un pacto serio, pues han demostrado por activa y por pasiva que desconocen que rumbo dar a las relaciones con otros partidos y especialmente después de los calificables de nefastos resultados de los últimos comicios municipales y autonómicos, donde se hundió el Partido Socialista de Navarra con un descalabro, del que solo es responsable Madrid. Las nuevas elecciones favorecerían a unos y perjudicaran a otros, pero ahí esta el verdadero “dilema”, ¿quién saldrá mejor parado?. Las condiciones de las elecciones de mayo no se van a volver a repetir, probablemente ni en las que puedan celebrarse como nuevas, y aunque en esas lo más probable es que Unión del Pueblo Navarro, recupere la mayoría absoluta, ¿si no es así, y volvemos a encontrarnos en el mismo callejón?.